El mobiliario de origen chino es, sin dudas, uno de los más cautivantes. Está muy ligado al estilo de vida de su civilización, y a los cambios culturales y económicos que desde siempre han caracterizado a la convulsionada historia china. Es que la decoración y el interiorismo, como cualquier actividad humana, siempre se relaciona con los procesos sociales que ocurren a su alrededor.
En líneas generales, puede decirse que el mueble chino pasó de la simpleza total en sus orígenes a una avanzada complejidad en los últimos diseños y fabricaciones. En un principio se empleaban únicamente asientos de paja para elevarse del suelo, pero con la llegada de la influencia occidental comenzaron a utilizarse sillas y sofás de estilo, entre otros muebles.
En ese contexto, los llamados muebles Ming, denominados en base a la dinastía del mismo nombre, mostraban líneas simples y constantes, con una decoración muy elemental pero, a la vez, de gran elegancia. El auge del comercio y la llegada de la dinastía Ching, ayudó a una mayor difusión de las técnicas artesanales, que ahora incluían tallados en la decoración del mobiliario. De ahí en más, el mueble típico chino fue evolucionando a un especial ritmo, tomando las influencias externas pero con un gran respeto por la tradición local.
En cuanto a los materiales, la madera es la más empleada en la fabricación y diseño de muebles. La razón de esto es la importancia de lo natural y especialmente de la madera en la idiosincrasia china, además del gran desarrollo de la industria forestal en el país asiático. Mayormente se emplean maderas laqueadas y duras, destacando entre éstas últimas la de sándalo rojo. En la imagen podemos apreciar un mueble original chino de madera policromada, utilizado en una familia de samuráis. La propuesta pertenece al portal de arte y coleccionismo.
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