Camisas, pantalones, chamarras, abrigos, blusas, faldas, vestidos, corbatas, calcetines, zapatos, botas, botines, cinturones, bolsos, bufandas, pañuelos… Todo necesita un sitio, una buena distribución del interior del guardarropa, closet o armario, hará que dispongamos de un sitio específico para cada cosa, y que tenerlo ordenado sea una tarea fácil, rápida y sencilla.
Cada día acumulamos más cosas. Vivimos en una sociedad que no tiene arraigada la cultura de tirar, y ese “por si acaso…” hace que nuestro guardarropa esté repleto de un montón de cosas que no utilizamos, pero que ya que las conservamos, conviene hacerlo en buenas condiciones.
Si disponemos del espacio suficiente, la mejor opción es sustituirlo por un vestidor. Tienen más capacidad que uno tradicional, pero además nos permite observar, y tener a la vista todo el contenido, ya que generalmente, carecen de puertas.
Necesitaremos una parte para ropa corta donde podamos colgar las camisas. Si se trata de ropa para caballero, en este hueco destinado a las camisas es conveniente disponer además de un corbatero. Puede ser extraíble, deslizante, o tratarse de una percha o gancho específico, pero también existen cajones con departamentos para corbatas, si no queremos prescindir del espacio que ocupa este accesorio en el camisero.
Una parte para pantalones. Se puede disponer una barra de colgar en la que vayamos acumulando ganchos, pero en el mercado existen accesorios específicos para pantalones, que hacen que su colocación sea mucho más sencilla y su apariencia más ordenada. La parte baja es la más utilizada con esta finalidad. Otra parte debe destinarse a ropa larga. La utilizaremos para colgar en ella vestidos, abrigos, y prendas largas.
Los trajes de caballero necesitan un espacio más largo que las camisas, pero más corto que el de los abrigos. Este espacio es también el adecuado para colocar faldas largas y blusones.
Los cajones de ropa interior deben estar separados interiormente para facilitar el ordenamiento de cada cosa. Son accesorios utilizados diariamente y tienden a desordenarse con facilidad.
Las camisetas, las playeras y sobre todo las prendas de punto, deben guardarse en estantes, puesto que su colocación en ganchos puede hacer que se deformen. Pueden ser fijas o extraíbles, incluso puede tratarse de cestos metálicos, lo que facilitará el equilibrio de las pilas de ropa.
La parte alta de los armarios es, precisamente por eso, la más inaccesible. Por esta razón la destinaremos a colocar en ella cosas que no utilizamos de manera habitual, como ropa de otras temporadas, maletas, mantas…. Pero también podemos optar por situar una barra de colgar. En el mercado existen sistemas de barra de colgar abatible, un accesorio altamente funcional que permite que este hueco pueda ser utilizado diariamente.
En un lugar independiente del armario, colocaremos los zapatos. Existen multitud de accesorios para colocar ordenadamente los zapatos, pero no hay que olvidar que debemos contar con departamentos específicos para zapatos, botines y botas. Las bufandas y cinturones pueden colocarse en cajones destinados a ese uso, o en accesorios como barras diseñados con ese objetivo.
Aunque la mayor parte de los bolsos disponen de asas o correas de las que valerse para colgarlos, es adecuado guardarlos apoyados por la base, en estantes o huecos diseñados para ello, para una mejor conservación de la piel.
Adecuar todos estos accesorios a nuestras necesidades, nos permitirá mejores soluciones de aprovechamiento de espacios y nos facilitará el orden dentro del mismo, así como la búsqueda de algunas prendas, que en ocasiones desaparecen en el interior del guardarropa como por
Si disponemos del espacio suficiente, la mejor opción es sustituirlo por un vestidor. Tienen más capacidad que uno tradicional, pero además nos permite observar, y tener a la vista todo el contenido, ya que generalmente, carecen de puertas.
Necesitaremos una parte para ropa corta donde podamos colgar las camisas. Si se trata de ropa para caballero, en este hueco destinado a las camisas es conveniente disponer además de un corbatero. Puede ser extraíble, deslizante, o tratarse de una percha o gancho específico, pero también existen cajones con departamentos para corbatas, si no queremos prescindir del espacio que ocupa este accesorio en el camisero.
Los trajes de caballero necesitan un espacio más largo que las camisas, pero más corto que el de los abrigos. Este espacio es también el adecuado para colocar faldas largas y blusones.
Las camisetas, las playeras y sobre todo las prendas de punto, deben guardarse en estantes, puesto que su colocación en ganchos puede hacer que se deformen. Pueden ser fijas o extraíbles, incluso puede tratarse de cestos metálicos, lo que facilitará el equilibrio de las pilas de ropa.
La parte alta de los armarios es, precisamente por eso, la más inaccesible. Por esta razón la destinaremos a colocar en ella cosas que no utilizamos de manera habitual, como ropa de otras temporadas, maletas, mantas…. Pero también podemos optar por situar una barra de colgar. En el mercado existen sistemas de barra de colgar abatible, un accesorio altamente funcional que permite que este hueco pueda ser utilizado diariamente.
Aunque la mayor parte de los bolsos disponen de asas o correas de las que valerse para colgarlos, es adecuado guardarlos apoyados por la base, en estantes o huecos diseñados para ello, para una mejor conservación de la piel.
Adecuar todos estos accesorios a nuestras necesidades, nos permitirá mejores soluciones de aprovechamiento de espacios y nos facilitará el orden dentro del mismo, así como la búsqueda de algunas prendas, que en ocasiones desaparecen en el interior del guardarropa como por
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