miércoles, 12 de junio de 2013

DECORACIÓN DE INTERIORES

Las telas definen la personalidad de una casa y aportan calidez, luz, lujo o intimidad, sin necesidad de recurrir a costosas y tediosas obras. Las tapicerías pueden cambiar y actualizar completamente el aspecto de una estancia, combinar bien colores y estampados, elegir los tejidos más indicados y conocer todas las tendencias, son cuestiones clave que nos ayudaran a dar con la decoración más adecuada para nuestro hogar.  Lo prioritario es plantearse el uso y el estilo que le vamos a dar a cada pieza y estancia.

Es importante que las telas elegidas tengan un nexo en común entre ellas, ya sea por pertenecer a la misma gama de colores o porque se complementan entre sí. Es esencial coordinar bien los diferentes colores y dibujos. Una apuesta segura es mezclar tejidos lisos con estampados en tonos similares para no recargar el ambiente. Con textiles estampados se puede crear ambientes muy sofisticados y distinguidos si se dedica un esfuerzo decorativo. Las fibras naturales como el algodón y el lino ofrecen un aspecto fresco y rustico, mientras que los brocados, adamascados, chenillas o terciopelo garantizan una decoración más sofisticada y elegante.
Crear una atmosfera discreta es posible si se utilizan los tapizados de color neutro, pero para destacar un mueble se debe optar por colores vivos y estampados llamativos. Los motivos florales son muy adecuados para componer ambientes de sabor rustico y/o clásico. Los tonos claros y naturales captan mayor luz y configuran un ambiente sereno y relajante. Si se tapiza un mueble con estos colores será más fácil cambiar la decoración en cualquier momento.





El textil más utilizado es el algodón, aunque al ser una fibra natural, de tacto agradable, se arruga con facilidad y es muy sensible a los ácidos de las frutas. Pero la ventaja es que permite el uso de lejías suaves si es blanco. Otros tejidos como el poliéster, los poli acrílicos, la chenilla, el teflón o la microfibra se abren camino en las últimas tendencias textiles por su versatilidad y fácil limpieza. La piel continua a la cabeza de los materiales más elegantes para las tapicerías, pero su mantenimiento requiere cuidados específicos y muy delicados. Las fibras sintéticas están cada día mas perfeccionadas y permiten elegir entre una amplia gama de tejidos de gran durabilidad y fácil mantenimiento, como acrílicos, poliéster o viscosas.

Trucos para las cortinas:

Los estampados se deben utilizar con cierta cautela, ya que su abuso puede recargar la decoración. Los dibujos muy sofisticados pasan antes de moda que los colores lisos y los estampados sencillos, aunque si los motivos se eligen cuidadosamente, el resultado puede ser espectacular. Para ventanas de tamaño medio, es aconsejable optar por un estor o una coqueta cortina corta. En los grandes ventanales de suelo a techo es donde lucen especialmente los cortinajes, ya que permite la colocación de largos tejidos. Si se quiere agrandar altura de los techos, es mejor prescindir de bandos demasiado anchos, porque ello obligara a confeccionar cortinas más cortas. En cambio el techo parecerá más elevado si las cortinas cuelgan directamente de él  o a la mayor altura posible.

En el dormitorio se debe respirar un ambiente sosegado y ordenado, que facilite el descanso. Y para ello, tanto la elección y la distribución de los muebles, como el color y los materiales con que equipes la habitación serán muy importantes. En cuanto a los muebles, asegúrate aquellos que brinden espacio sin recargar, y que te permitan tener la ropa más habitual a mano. En cuanto a los colores, los neutros son una apuesta segura, ya que crean una atmosfera tan serena como fresca.

Cuando el dormitorio dispone de muchos metros puedes permitirte varias licencias decorativas, por ejemplo, puedes poner una cama barco. Estas camas de grandes dimensiones tienen reminiscencias coloniales, son de madera de cerezo, un material cálido aunque pesado visualmente, que solo se recomienda en estancias espaciosas. Y precisamente para contrarrestar su tono rojizo, tienes que elegir la ropa de cama, las cortinas y pintar las paredes de un tono suave color crema.

También si dispones de una estancia grande puedes optar por colocar una cama con dosel, le otorgara un cierto aire romántico. No obstante, como la estructura que conforma el dosel aporta un gran peso visual hace recomendable limitar su uso a habitaciones de al menos 20m2 y planta predominantemente cuadrada. La altura del techo también tiene que ser entre un metro y un metro y medio más de la altura total de la cama. En cuanto a la decoración, procura elegir muebles y textiles que proporcionen una atmosfera serena y sobria, donde no existan puntos acusados de atención que compitan visualmente con el dosel. Para los dormitorios con cama dosel, una apuesta segura para las paredes son los tonos blancos, y en cuanto a las telas, lisas y de texturas naturales.

En la mayoría de los casos, vestidor y dormitorio comparten un mismo espacio. Por ello, es importante planificarlos teniendo en cuenta las necesidades particulares de cada uno, Así si colocas el armario cerca de la cama, ten presente el recorrido de la apertura de las puertas. Siempre que te quede ese espacio, podrás completar el almacenaje con una banqueta a modo de repisa o, como un baúl, recuerda que estos tienen aproximadamente unos 40 cm de profundidad. Cuando no es posible disponer de un vestidor independiente, la opción más habitual es integrarlo en un rincón del dormitorio, ten en cuenta que si eliges un armario de puertas batientes, debes dejar unos 80 cm libres para poder abrir las puertas y algo más para cambiarte.
En las habitaciones abuhardilladas aprovecha la zona menos accesible con un completo frente de armarios a modo de vestidor. Así, rentabilizaras los metros a la vez que desahogas el resto de la habitación. Ten en cuenta que, para la ropa colgada basta con unos 110 cm de largo, aunque si quieres colgar abrigos o prendas largas, mejor unos 160 cm, una butaca descalzadora completara el rincón. 

Cálidos y apacibles, los espacios al aire libre dentro de nuestro hogar pueden convertirse en verdaderos paraísos de sosiego y confort. Terrazas, porches y jardines bien acondicionados pueden ofrecernos una privilegiada zona adicional a nuestro hogar.

Con la llegada del buen tiempo, estos espacios en el exterior, se convierten en los verdaderos protagonistas de la casa, ya que en ellos podemos disfrutar de agradables horas de sol y placidas tertulias bajo la luz de la luna. Sea cual sea el espacio disponible, casi siempre es posible crear un comedor auxiliar o un salón en el que reunir a la familia y los amigos. Lo más importante es buscar la distribución más adecuada y seleccionar muebles que ofrezcan un buen rendimiento, teniendo en cuenta su durabilidad y resistencia a los factores climatológicos adversos, además de su comodidad y facilidad de transporte, ya que una vez finalizada la etapa estival habrá que guardarlos en un sitio adecuado.

Debemos estudiar con atención los materiales de los que están realizados y saber cómo tratarlos con el paso del tiempo. También debemos conjugar el sentido estético con la funcionalidad, ya que conviene que sean resistentes a factores externos como el sol, la lluvia o la humedad. Madera, aluminio, hierro o fibras naturales son algunos de los materiales más empleados en la fabricación del mobiliario de exterior, aunque cada uno de ellos cuenta con unas características específicas y requiere unos cuidados concretos. Si dispone de un porche o una zona cubierta podrá elegir cualquier tipo de mueble, pero, si estos van a estar a la intemperie, es mejor optar por piezas de resina, hierro maderas tropicales o materiales sintéticos.

Para lograr un ambiente acogedor no bastará con ubicar una mesa y varias sillas. Prácticos complementos como, tumbonas, hamacas, carritos, barbacoas, pérgolas o sombrillas convertirán el jardín en un verdadero paraíso a nuestra disposición.
Antes de elegir el mobiliario de la terraza o jardín es necesario considerar el espacio disponible y planificar su distribución. También es importante saber el uso que le vamos a dar: zona de relax, para comer, solárium…… Asimismo, es de vital importancia conocer su orientación y cantidad de luz que recibe. En el caso de disponer de un espacio muy soleado, es aconsejable instalar algún tipo de estructura protectora, como una pérgola o un cenador, para resguardar la zona durante las horas de más calor e incidencia de los rayos solares. En cuanto a las terrazas, si se trata de un espacio de pequeñas dimensiones, conviene habilitar una única zona de estar formada por una mesa extensible y varias sillas, preferiblemente de apariencia ligera y fácil de trasladar. Los laterales se pueden adornar con algunas macetas y jardineras de diferentes alturas. 

Aunque no tengamos un espacio exterior muy amplio, con una buena distribución y los muebles adecuados podemos crear un salón, comedor, un “dormitorio” al aire libre e incluso nuestro centro de belleza particular.  En cambio, si disponemos de una terraza amplia, se pueden crear diferentes ambientes, dejando despejada la zona más cercana a la puerta para facilitar el paso. Parasoles, toldos, celosías o elementos vegetales son algunas opciones para delimitar las zonas.
El espacio exterior es una prolongación de nuestro interior y debe “decorarse” siguiendo los mismos criterios. Pero lo más importante es que sea muy cómodo y sugerente.

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