Esta vivienda ubicada en una zona de alto standing en Barcelona, es la planta baja de un edificio plurifamiliar de nueva construccion. El proyecto de exteriorismo ha sido pensado para el disfrute de toda la familia y por ello se subdivide en varias zonas perfectamente caracterizadas: un huerto para trabajar y recolectar hortalizas varias, una zona de juegos, un pequeño estar exterior que se puede utilizar también como comedor, y finalmente una piscina enfrentada a la casa.
Este jardín está pensado como una ampliación del interior de la vivienda hacia el exterior. Para ello Greenline Gardens ha creado una tarima única y personalizada para el cliente, con diferentes anchos de lama de ipe. Esta tarima sigue las líneas de la planta y estética elegidas para el interior de la vivienda, consiguiendo el efecto de continuidad de materiales y de espacios deseado. La gran protagonista del jardín es la madera de ipe, presente en tarimas, paneles, armarios y bancos. Proporciona calidez y confort al mismo tiempo que unifica todos los rincones. Destaca el entorno de la piscina también realizado en madera y personalizado con las colchonetas y cojines. La piscina elevada resulta de fácil construcción y el acceso a la misma se ha resuelto mediante una tarima escalonada que se transforma en asiento en la parte baja y se decora con cojines. La piscina se enfrenta al porche de la casa donde también se ha colocado una zona de descanso y un pequeño comedor exterior.
Por otra parte se ha dispuesto un huerto para cultivo de hortalizas ecológicas donde transcurren largas horas de placentero trabajo. Este huerto doméstico aparece perfectamente ordenado con los listones de madera que dejan los huecos necesarios para programar diferentes cultivos. Este proyecto aúna simplicidad con funcionalidad, creando un espacio pensado para el disfrute de toda la familia. En un espacio limitado se han creado y entrelazado zonas de piscina, estar, juegos y huerto con un resultado espectacular y muy equilibrado.
EL PLACER DE TRABAJAR EL HUERTO
1. Para muchas personas es un auténtico placer cultivar sus propias verduras y hortalizas. Constituye una actividad gratificante, saludable y útil. Permite obtener productos frescos y sabrosos, incluso más que los disponibles en las tiendas.
2. El huerto, si está bien organizado, ya sea en hileras o en macizos geométricos, conjugará belleza con utilidad. Los arcos decorativos pueden soportar parras, kiwi, judías.
3. Muchos paisajistas apuestan por este espacio y no confinan el huerto al último rincón, sino que lo integran en el jardín con las flores creando un todo artístico y armonioso.
4. Los árboles frutales se pueden guiar pegados a la pared, en espaldera, a modo de trepadora.
5. También se pueden cultivar hortalizas decorativas como la col lombarda, la col escarlata, la alcachofa de hermoso follaje gris plateado.
6. Los huertos pequeños permiten presta más atención a cada una de las hortalizas. Se pueden elevar en cubetas para trabajarlos sin agacharse.
7. Si no se dispone de terreno, se puede utilizar una terraza o un patio para el cultivo de verduras en macetas, jardineras u otros recipientes. Es una alternativa perfectamente válida.
