El buen tiempo de que disfrutamos en estos días de septiembre hace
que para nada tengamos la sensación de que se está acabando el verano, y
por eso nos sigue apeteciendo ver casas junto a la playa con grandes
espacios abiertos y zonas exteriores para disfrutar. Hoy nos damos un
paseo por una casa a pie de playa en Chile, con predominio de colores claros y decoración de estilo minimalista.
Cuando uno tiene una casa junto a la playa, soleada y con vistas a
la arena y al mar, no necesita demasiados detalles añadidos a través de
la decoración, lo que necesita es potenciar la belleza natural del entorno con grandes ventanales y zonas interiores de la casa que se comuniquen de forma directa con la terraza y eso es lo que se ha conseguido en este caso.
Empezamos por la sala de estar que se comunica directamente con el exterior de la casa a través de grandes ventanales de suelo a techo
y de corredera que se pueden abrir o cerrar actuando en este segundo
caso como paredes de cristal. El estilo es minimalista y los colores que
triunfan son los tonos neutros que casi se confunden con los de la
playa.
En cuanto a muebles encontramos lo mínimo e imprescindible colocado
en el centro de la estancia, un sofá y algún otro asiento alrededor de
la mesa de centro, como complemento casi de forma exclusiva los cojines.
La chimenea preside un espacio que gracias a ella resultará también confortable en las estaciones frías y no solo en las cálidas.
En el lado opuesto de la chimenea tenemos el comedor,
aquí la madera al natural en tono claro cobra cierto protagonismo ya
que tanto la mesa como las sillas son de ese material. Eso hace que esta
zona resulte más cálida y acogedora que otros ambientes de la casa, aún
siendo la madera clara, contrasta con el suelo y el resto del
mobiliario prácticamente todo blanco.
También en color blanco está amueblada la zona de la cocina
que queda a continuación, conste que aunque el predominio de colores
claros y neutros resulta muy agradable y relajante, yo creo que añadiría
algún toque de una tonalidad alegre en alguna zona de la casa y la
cocina me parece un lugar perfecto para ello. Así que cambiaría algún
detalle en color natural de piedra o madera por algún otro tono más
llamativo.
Las zonas más íntimas y privadas de la casa como el dormitorio y el cuarto de baño
mantienen el mismo estilo minimalista de los espacios comunes. Solo
encontramos en ellos el mobiliario imprescindible para que los espacios
resulten habitables. Como adornos únicamente algunas piedras, detalles
que tratan de mantener esa continuidad entre el exterior y el interior.
De nuevo aunque el principal protagonista es el color blanco, en el
dormitorio se utiliza la madera para aportar cierta calidez a la
estancia. Es el color de la piedra el elegido para vestir la cama
y se utilizan las rayas como motivo decorativo en los cojines junto a
la cabecera. Para aquellos momentos en los que la luz natural no es
suficiente, tenemos puntos de luz a ambos lados de la cama y uno
centrado en el techo.
Y cuando dije que la casa estaba a pie de playa, no me refería a más
o menos cerca, sino que la casa está exactamente junto a la playa, así
que la arena en el exterior se aprovecha para crear una terraza totalmente veraniega.
En este caso las hamacas rompen un poco la línea de color de toda la
vivienda con las rayas en blanco y rojo, un diseño muy clásico para
asientos de playa de estilo marinero.
La casa es envidiable sobre todo por el entorno que la rodea es
ideal que todas las estancias sean exteriores y que en ellas se pueda
disfrutar de vistas tan maravillosas de la playa. Pero yo empiezo a
estar ya un poco cansada de tanto minimalismo y tanto color blanco y de
vez en cuando necesito un poco de colorido alegre aunque sea en pequeñas dosis y es eso lo que precisamente en esta vivienda echo de menos, algo de alegría, resulta demasiado seria.