Si lo que deseamos es simplemente dividir espacios, el biombo es tal vez la alternativa más rápida y sencilla. Bastará con colocarlo en el lugar deseado, conservando además la ventaja de poder retirarlo luego para tener nuevamente un espacio único. Innegablemente un procedimiento bastante rápido y sencillo si lo comparamos con la alternativa de edificar un muro.
Los biombos son ideales para usarse en departamentos monoambiente y casas de espacios reducidos.
Funcionan bien para separar ambientes sin quitar espacio, permitiendo además conservar la integridad del conjunto. Utilísimos si tenemos una oficina en casa y requerimos delimitar el espacio.
Podemos usarlos para convertir un rincón de nuestro dormitorio en un vestidor con estilo. Son útiles también en el caso de habitaciones compartidas, otorgan un mayor grado de privacidad.
Por lo general, el uso de un biombo otorga cierto aire informal, así que podemos aprovechar esta característica para explorar el potencial de este elemento, jugando con los materiales, con las texturas y los colores de los materiales que lo componen.
Colguemos algunas fotografías para convertirlo en un exhibidor; creemos un efecto decoupage para otorgarle un carácter más personal; pintemos con rotuladores motivos orientales para darle un toque exótico; divirtámonos explorando las posibilidades de tener un biombo de espejos… en definitiva, la imaginación es el límite.
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