La función de los aislamientos principalmente es aislar térmica y acústicamente pero además deben integrar la vivienda en su entorno y potenciar la luz natural. Una de las tendencias que están más de moda en el interiorismo contemporáneo es la integración visual de los espacios interiores con los exteriores. Debido a esto están proliferando los cerramientos de grandes dimensiones con perfiles cada vez más reducidos o sin ellos, para que sean prácticamente invisibles. Si bien es verdad que resultan idóneos para potenciar la luminosidad de nuestra vivienda, no tenemos que descuidar los requisitos básicos que debe reunir cualquier ventana o puerta en lo que se refiere a el aislamiento térmico y acústicos y dependiendo de la ubicación que ofrezca seguridad por la posibles agresiones externas.
Podemos encontrar en el mercado una amplia oferta en cerramientos, que se adaptarán a nuestro gusto y estilo. Pero antes de realizar la reforma hay que tener en cuenta diferentes factores como son el tipo de cristal más conveniente, el material que vamos a utilizar para la perfilería y el sistema de apertura que deseamos.
Los perfiles de aluminio siguen siendo los más utilizados para cerramientos del exterior, ya que sus perfiles son resistentes y duraderos y se mantienen inalterables al sol y la lluvia durante años sin necesidad de mantenimiento. Tiene disponible una gran cantidad de acabados desde los anodizados hasta los lacados en cualquier color, además podemos encontrar novedoso diseños que simulan la madera. El único inconveniente que presenta es que al ser metálico no es un buen aislante térmico y hay que incorporar rotura de puente térmico.
El PVC es una alternativa muy práctica ya que ofrece mejores prestaciones tanto térmicas como acústicas evita la formación de condensación por humedad y tiene un precio similar al del aluminio. Además permite realizar todo tipo de formas.
La madera sigue siendo el material más elegante, pero requiere un mantenimiento periódico para su buena conservación, esto ha generado la aparición de versiones mixtas con aluminio o PVC para el exterior y la madera natural para el interior.
Para los sistemas de apertura el más cómodo y que garantiza una estanqueidad óptima es el practicable muy habitual para ventanas. El oscilobatiente que permite una apertura vertical que es ideal para airear las estancias. Para puertas y ventanas de grandes dimensiones lo mejor es utilizar las correderas que son fáciles de accionar y gracias a sus guías deslizantes son perfectos para los espacios reducidos. Pero si queremos que se abra completamente el hueco debemos optar por los frentes plegables, y en superficies muy grandes o de difícil acceso lo mejor son los modelos automáticos.
Podemos encontrar en el mercado una amplia oferta en cerramientos, que se adaptarán a nuestro gusto y estilo. Pero antes de realizar la reforma hay que tener en cuenta diferentes factores como son el tipo de cristal más conveniente, el material que vamos a utilizar para la perfilería y el sistema de apertura que deseamos.
Los perfiles de aluminio siguen siendo los más utilizados para cerramientos del exterior, ya que sus perfiles son resistentes y duraderos y se mantienen inalterables al sol y la lluvia durante años sin necesidad de mantenimiento. Tiene disponible una gran cantidad de acabados desde los anodizados hasta los lacados en cualquier color, además podemos encontrar novedoso diseños que simulan la madera. El único inconveniente que presenta es que al ser metálico no es un buen aislante térmico y hay que incorporar rotura de puente térmico.
El PVC es una alternativa muy práctica ya que ofrece mejores prestaciones tanto térmicas como acústicas evita la formación de condensación por humedad y tiene un precio similar al del aluminio. Además permite realizar todo tipo de formas.
La madera sigue siendo el material más elegante, pero requiere un mantenimiento periódico para su buena conservación, esto ha generado la aparición de versiones mixtas con aluminio o PVC para el exterior y la madera natural para el interior.
Para los sistemas de apertura el más cómodo y que garantiza una estanqueidad óptima es el practicable muy habitual para ventanas. El oscilobatiente que permite una apertura vertical que es ideal para airear las estancias. Para puertas y ventanas de grandes dimensiones lo mejor es utilizar las correderas que son fáciles de accionar y gracias a sus guías deslizantes son perfectos para los espacios reducidos. Pero si queremos que se abra completamente el hueco debemos optar por los frentes plegables, y en superficies muy grandes o de difícil acceso lo mejor son los modelos automáticos.
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