El pasillo es una de las zonas más complicadas de decorar de cualquier vivienda, debido a su estrechez y a su consideración como zona de paso. Aunque en las casas modernas cada vez se estila menos incluir pasillo debido a la pérdida de metros útiles que supone este espacio, no cabe duda de que los pasillos de las casas más antiguas tienen un encanto increíble, sobre todo cuando están bien decorados.
Ésta es una estupenda idea: pintar las paredes de un tono no demasiado oscuro (aunque tampoco tan claro que resulte anodino), y contrastar pintando ventanas, rodapiés, carpinterías y marcos en blanco. El efecto es elegante y al mismo tiempo, dinámico.
Las rayas verticales son siempre una estupenda idea, porque aligeran el espacio y dan sensación de altura. En este caso, se ha combinado un papel pintado a rayas granates y blancas con un suelo en madera lavada, también con pátina blanca, y puertas lacadas y molduradas.
El empleo de esta zona de la casa como “galería de arte” es siempre una buena idea. Una colección de láminas o fotografías, del mismo tamaño y con marcos idénticos, creará una sensación tan atractiva como la de esta fotografía.
¿Y qué tal un divertido vinilo autoadhesivo al final del espacio? Las opciones actuales son muchas y muy variadas, y con ellos puedes decorar una pared en un visto y no visto, y quitar el dibujo cuando te canses de él.
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