HAMACAS

Las hamacas son de los accesorios más particulares que se puedan encontrar ya sea dentro de una casa o fuera de ella, con la particularidad de que vienen en distintos colores, tamaños e incluso ya formas para ser de los adminículos más interesantes. El encanto de las hamacas reside en su amplio espacio interior, que puede resistir perfectamente la contextura de cualquier persona de tal manera que son bastante útiles para poder descansar así como para desarrollar actividades de todo tipo sin que se comprometa incluso el material del que están hechas.
Con muy fuertes trenzados de iraca y de palma o cabuya que se bordan para crear una tela resistente y suave que incluso es considerada por muchas personas como ergonómica o bien de tela de pana o de ruana, las hamacas también tienen su encanto en que son parte de una tradición y una cultura de muchos pueblos costeros, lo que ha hecho influencia en muchos círculos de creación que estas mismas invenciones sean consideradas parte del glamour del trópico y, por ende, se consideren de pleno una moda tropical. Las hamacas tienen su encanto porque son de colores vivos, porque pueden incorporar diseños alegres o que evoquen paz y alegría y por lo tanto son muy cómodas no sólo a la hora de usarse, sino de verse.
Las hamacas tienen su encanto porque cada vez que alguien monta o se acuesta ene ellas, puede ser testigo directo de que una parte del más recóndito corazón caribe se encuentra en su cuerpo, y por lo tanto puede darle gracias al mar, la playa, todos estos elementos relacionados para que se puedan adaptar perfectamente a la estructura física de sus usuario(a). Una hamaca tiene su encanto porque en retrospectiva es una gran obra de arte, no hechas por destacados artistas del fashion o de la llamada moda funcional, sino porque son inventadas y realizadas por manos que recogen un patrón de historias que va desde hace muchos siglos y que ponen a la hamaca en uno de los sitios más privilegiados de la historia por los cientos de personajes que la han usado a lo largo de los años.
La hamaca es privilegiada, coqueta, porque su movimiento que se le imprime como de mecedora al estar dentro de sus aposentos se conjuga con la calma tenue de quien la usa, y que por lo tanto rinde homenaje con ello a este artículo hermoso, adaptable, sincero en su constitución física y por lo tanto expandible no sólo en la moda o en los interiores sino también en el tiempo.