PON LINDA TÚ CASA

MINIMALISMO. Consola de medio punto, policromada en crema y gris. Sobre de mármol Santa Anna, siglo XVIII.
SOBRIEDAD. Consola estilo Carlos IV, con taracea. Firmada Fib. Siglo XVIII.

BLANCOS Y DORADOS. Consola con espejo y sobre de madera marmorizada. Apliques laterales marmorizados. Banquetas con firma Curul. Suecia, finales del siglo XVIII.
Aparecen los primeros chapados de caoba y se imponen las decoraciones de talla: hojas de palma, acanto, capiteles, cabezas y garras de león. Se imitan los modelos griegos y romanos. Se ponen de moda los muebles a la turca.
Hoy en día es un estilo cotizado por coleccionistas, decoradores y particulares. Cualquier pieza, grande o pequeña, destaca sobre el conjunto de la decoración de la casa y le aporta un toque de elegancia y distinción. Los precios oscilan entre las 200.000 y las 250.000 ptas. Todos los muebles de este reportaje pertenecen a Barbie Anticuarios.

ELEGANCIA EXUBERANTE. Consola con espejo y sobre de mármol blanco. Mueble catalán, siglo XVIII.
Dos muebles característicos de este estilo fueron la “ateniense”, un trípode que sostenía una jofaina de malaquita y cristal, que lo mismo servía como pebetero para quemar perfume, que para limpiarse los dedos con agua perfumada, y el “bon-heur de jour”, un pequeño y delicado escritorio de señora, con el frente superior curvo en caoba o palo de rosa, y una delicada taracea en colores que compensan la ausencia de tallas y molduras. Hasta el Luis XVI, el mueble fememino no incluía un escritorio. Ahora, las damas de la época ya leen y escriben bastante a menudo. Es una corriente en la que triunfan los dorados y el blanco.
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UN CLASICO DELICADO.
En el estilo Luis XV prima la armonía, la contención, la gracia y el encanto. Sorprende la variedad de , con infinidad de mesas para todos los usos: la chiffonier de costurero, la de juego, la de desayuno, la tricoteuse para hacer ganchillo, la jardinera para centro de flores, la “criado mudo” como auxiliar de comedor, etc.
CARLOS IV. El estilo Luis XV adoptó en España el nombre de Carlos IV. Espejo de madera dorada y policromada de este estilo. S. XVIII. Banco Luis XVI en color crema, con aplicaciones doradas.

La razón es de estilo: después del breve periodo de la Transición aparece el Neoclásico. En principio, este estilo respeta las curvas y las utiliza para mantener el equilibrio estético del mueble. Es el origen del “nuevo gusto griego”, como lo llamó Madame Pompadour, y su consagración llega con los encargos de María Antonieta para los palacios de Fontainebleau y Versalles. Aún no ha llegado la masculinidad napoleónica, y la estética Luis XVI se convierte en favorita de las señoras.

Antigüedades de moda.
El estilo Luis XVI.
Supuso, por primera vez, la aparición de muebles de marcada línea femenina. Ahora se buscan como codiciadas piezas de colección.
Para cualquier anticuario o experto en mobiliario, un mueble Luis XVI es una pieza “de la mejor época”, un objeto de auténtico culto. Las razones suelen ser dos: por una parte, es el momento en que los artesanos ebanistas, tapiceros, broncistas alcanzan su mayor nivel técnico, antes de que nazca la producción en serie. El mueble aún no ha dejado de ser un lujo, un capricho caro que se trabaja con todo cuidado en maderas exóticas.