Tras muchos meses de espera en la mayoría de los casos, recibimos las llaves de nuestra próxima casa con una mezcla entre nerviosismo, ilusión, melancolía….
Hemos visitado todas las tiendas de decoración que conocemos, el montón de revistas que hemos ido adquiriendo en este tiempo podría convertirse en mesilla de noche, somos expertos buceadores por todas las webs de decoración, encontramos ideas maravillosas, formas cautivadoras, ambientes cálidos, pero cuanto más nos gusta una cosa, más veces se nos plantea la misma pregunta;
¿Me cansaré de ésta decoración?
El miedo a cansarnos de la decoración elegida es el sentimiento más repetido en una persona cuando se dispone a decorar su nuevo hogar.
El color verde ha sido fetiche toda su vida, pero ahora de repente cree que se aburrirá de él y tiene miedo a utilizarlo.
Siempre le han gustado los ambientes modernos, pero a la hora de decidirse no deja de mirar esas preciosas y delicadas consolas clásicas. La tendencia en cortinas impone el estor como novedad, y le gusta, pero esos cálidos cortinones no dejan de maravillarle.
Tranquilidad, no hay por qué renunciar a nada. Atrás quedan los años de decoraciones estáticas y permanentes. Se puede disfrutar de todos los colores, estilos, formas, texturas, tendencias… Con una cierta creatividad, podemos cambiar la decoración de nuestra casa siempre que queramos, cambie la estación o nuestra vida.
Haz clic sobre una imagen para ampliarla
Para poder hacerlo necesitaremos tener una base camaleónica, capaz de adaptarse a todas las formas y colores con las que queramos disfrazar la estancia.
Para poder llevar a cabo esos cambios deberemos tener la precaución de diseñar los elementos estructurales de una forma neutra. Si diseñamos un suelo de baldosas blancas y negras formando un damero, será muy complicado retirar nuestra atención de él por mucho empeño que pongamos en el resto del estilismo.
Pero un suelo de un único color neutro, blanco, negro, beige o con una rica madera no excesivamente barnizada, aceptará encantado el vestido de cualquier alfombra, de lana en invierno, de fibras en verano, de colores intensos o suaves en otros momentos.
Si queremos decorar nuestro techo con molduras de escayola, deberemos elegir una que no sea demasiado recargada o nos veremos en la obligación de optar por una decoración en la misma línea. La ausencia de escayola o la limpieza de formas de la misma nos permitirá mejores oportunidades de cambio.
El textil será nuestro mejor aliado para conseguir nuestro propósito. Las cortinas, cojines, alfombras,… nos ayudarán a conseguir este cambio sin apenas mancharnos las manos.
Cambiar el color de una pared es una tarea sencilla, económica, rápida y con unos resultados increíbles. Si tienes alguna pieza de arte decorando tus paredes, un novedoso enmarcado hará que parezca un diseño diferente, adaptándolo al estilo o al color con el que quieras llevar a cabo el cambio.
Los accesorios ornamentales añadidos completarán el cambio de manera notable, centros de mesa, velas de colores, arreglos florales…
Es curioso comprobar como en nuestro cerebro se van almacenando recuerdos unidos al perfume del momento, si pensamos en algún acontecimiento ocurrido, seguro que somos capaces de recordar el olor que impregnaba el ambiente.
Cuando te decidas a dar un cambio a tu casa, cambia también su aroma en función del aspecto que quieras conseguir, si el cambio es con motivo de la llegada del buen tiempo, un aroma fresco, floral o frutal, te ayudará a ver de ese modo el resultado final.
Si el paso es hacia una decoración más clásica o recargada, opta por un aroma más intenso.
El mundo de la decoración es amplio en su contenido. Los estilos, las formas, los colores… se cuentan por cientos, la vida de una casa es muy larga, podemos hacer de ella un escenario perfecto para todos los momentos de nuestra vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario