martes, 15 de diciembre de 2009

Ustedes esperan mucho, pero cosechan poco; lo que almacenan en su casa, yo lo disipo de un soplo. ¿Por qué? ¡Porque mi casa está en ruinas, mientras ustedes sólo se ocupan de la suya! –afirma el Señor Todopoderoso-.” (Hageo 1:9)
En las zonas residenciales hay casas hermosas, bellamente decoradas y con un acabado de primera. No es malo tener una casa linda, el asunto es cuando dedicamos más tiempo al cuidado de la casa, que olvidamos el cuidado prioritario de nuestro templo.
Hageo se data el 520 AC, fue levantado por Dios para llamar a su pueblo de vuelta a sus prioridades divinas. Hageo se dirigió a los líderes y al pueblo que había vuelto a Babilonia para comenzar una nueva vida en Judá. El objetivo era hacerles recordar al pueblo su tarea primordial de reconstruir el templo, y no desobedecer a Dios (Benware. PAT.1994)
Dios llama a una obra a quienes están ya sintiendo preocupación por esa obra. Hageo contiene un mensaje de urgencia al pueblo para que pongan mano a la obra en la reconstrucción del templo; además, debían esforzarse y tener fe que Dios los ayudaría en esta tarea muy prolija. Dios quería que el pueblo tenga en correcta relación con Él, y deseaba obediencia y dedicación a hacer la voluntad de Dios. (Wood. PI 1983)
Es inconcebible, tener una casa hermosa bien cuidada; y tener un templo descuidado para alabar a Dios. Por otro lado, es absurdo dedicar exclusivamente las ofrendas a edificios y templos, sin darle un sueldo decente al Pastor y personas que trabajan.
Que nuestra prioridad sea amar a Dios, cuidar el templo, (el cuerpo físico), para servir al Señor en santidad e integridad. Por esta razón de, e invierta para que podamos cambiar vidas en el poder de Cristo.
Cuide su cuerpo y el templo de la Iglesia y adore al Señor de corazón.

ORACIÓN:
Señor toma nuestro templo, dedicamos nuestra vida a ti, guíanos a tener un lugar decente para adorarte sin caer en lujos y vanidades...

No hay comentarios:

Publicar un comentario