viernes, 29 de julio de 2011

ENCANTADOR



En pocos metros, este precioso apartamento situado en una antigua posada se ha reformado por completo para dividirlo en pequeñas viviendas. El resultado es una lección de buen gusto.
salon
EN EL SALÓN se combina una pared de piedra y otra con papel a rayas. La mesa de centro es de El Chaflán.
Este apartamento se ha conseguido tras una laboriosa rehabilitación que ha transformado una antigua posada del siglo XVIII, situada en El Olivar, Guadalajara, en una serie de viviendas independientes que conservan el aire señorial y rústico original. Una de ellas es este espacio de 55 m2, cuya rehabilitación fue hecha por la empresa Cabanillas XXI, y su decoración, por el arquitecto de interiores Roberto de Andrés, de Design Plus Contract. El re­sul­ta­do es una casa pequeña, pero llena de encanto, y salpicada de detalles de as­pecto rústico llenos de buen gusto y actualidad.
En la reforma integral se han mantenido y recuperado algunos elementos antiguos de la vieja posada, como la piedra bajo el enfoscado en una de las paredes, algunas baldosas hidráulicas, los dinteles de madera... En cuanto a la distribución, para crear sensación de mayor amplitud, se dejó diáfana y sin tabiques ni interrupciones, la zona que alberga el salón, el comedor y la cocina integrada. Además, el apartamento cuenta con un dormitorio principal y un cuarto de baño que se ha hecho nuevo y decorado con todo detalle. En cuanto al salón, decorado en crudos y rojos, se ha organizado en torno a un cómodo sofá situado justo bajo la ventana, de tres plazas en capitoné de color crudo, un tono neutro que aporta calidez. En este tono se ha decorado el resto de la estancia, mezclado con alegres toques de rojo, como los cojines, el plaid, las lámparas de sobremesa y la pintura plástica de la pared a rayas rojas y blancas, que aumenta visualmente la altura de la estancia y la da personalidad. Un falso techo pintado en rojo delimita la zona de la cocina y permite encastrar una serie de focos. Tras un pilar, está el comedor, con un antiguo armario recuperado que hace de alacena. Todo el suelo se renovó combinando tarima de roble macizo teñida en nogal con baldosas hidráulicas antiguas, que delimitan la zona de la cocina. Todas las ventanas se renovaron con carpintería de pino macizo y doble acristalamiento de Climalit.
UN DORMITORIO ROMÁNTICO
En el dormitorio, decorado en grises y lilas, se ha aprovechado la luz natural, colocando la cama bajo el alféizar de la ventana que hace de cabecero. En esta pared, un atrevido papel a rayas da un toque personal. Delicados cojines, de KA, alegres visillos de hilo y ropa de cama, de Zara Home completan la decoración. El baño se revistió con pavimento porcelánico, de 60x30 cm, de Casadepot y se decoró con un bonito mueble bajolavabo de estilo retro.

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