viernes, 16 de septiembre de 2011

COLOR , EQUILIBRIO,LUZ

15. Los colores como tratamiento
Mucho antes que la ciencia reconociera la influencia que ejercen sobre los cuerpos los rayos ultravioleta e infrarrojos, hubo terapeutas que trataron ya a sus pacientes con la ayuda de los colores.
Decía Hipócrates que "el ser humano debe armonizar espíritu y cuerpo". Hoy, algunos adeptos de la Medicina Natural, los cromoterapeutas, siguen este precepto procurando devolver a sus pacientes e equilibrio  alterado. Para ello utilizan la Cromoterapia, método suave que es como si pulsaran las diversas "cuerdas" del arco  iris, según las necesidades de cada caso.
Estando, según Albert Einstein, en estrecha relación la energía y la materia, no debería sorprender que las longitudes de ondas emitidas por los colores puedan tener efectos tanto psíquicos como físicos.
En el límite de lo psicológico y lo fisiológico, es decir, en toda la serie de fenómenos nerviosos que se traducen por disposiciones e impresiones psíquicas, es bien sabido que el color azul induce a la relajación y al reposo; el verde, a la calma y al equilibrio; e rojol , a trabajol  y a la acción.
En una clínica maternal de Mónaco se ha observado que los nacidos prematuros prosperan de manera más satisfactoria cuando son mantenidos en una incubadora iluminada con color rojo-morado, es decir, el color del medio prenatal.
Diversas observaciones permiten llegar a la conclusión de que los colores pueden muy bien jugar  un papel  importante, como en realidad asi hacen, en el dominio de la salud y la enfermedad.
Otro hecho conocido es que la luz solar es un agente terapéutico, un bactericida de primer orden y que las superficies iluminadas con sus rayos son rápidamente liberadas de los microbios que podrían contener.
Es bien sabido que la luz del día, incluso velada por las nubes, se halla compuesta por todos los colores, armónicamente reunidos para ejercer poderosos efectos vivificantes sobre todos los organismos. Es por esto que toda materia viva, para mantenerse en buen estado, necesita mucha luz. Sin embargo, no es prudente exponer el cuerpo a todas las radiaciones solares sin tomar algunas precauciones. Debido a las condiciones poco naturales en que los seres humanos nos hemos acostumbrado a vivir, hemos adquirido una sensibilidad que nos obliga a dosificar las intensidades a las que nos exponemos, a fin de no desencadenar reacciones capaces de comprometer el equilibrio físico o psíquico. Por ejemplo, para tomar baños de sol hay que hacerlo progresivamente y, en algunos casos, incluso pueden estar contraindicados.
Del mismo modo, la aplicación de diversos colores puede tener indudables repercusiones que, debidamente dosificadas, serán de gran efectividad.
Tecnicas Cromoterapicas
A menudo combinadas, las herramientas que utiliza el cromoterapeuta son los rayos de luz coloreada, el agua solarizada, la elección de alimentos según su color, la coloración ambiental, los vestidos, etc.
Luz Coloreada
Como se comprenderá, el color es sensación, pero sobre todo luz, es decir, energía radiante que viaja por el espacio en forma de ondas electromagnéticas variables en dimensión, intensidad y frecuencia.
En un departamento a oscuras, el paciente es expuesto a la luz coloreada de una lampara cromoterápica o de un simple proyector de diapositivas, relajándose y concentrándose a la vez sobre el color aplicado y sobre la parte tratada.
Pero su aplicación, los crometerapeutas disponen de diversos dispositivos ópticos provistos de filtros especiales con los que es posible utilizar las distintas longitudes de onda de los diferentes colores del espectro luminoso visible, al objeto de tratar problemas estéticos o relacionados con el estrés y las deficiencias energéticas.
En el campo de la medicina estética se obtienen efectos óptimos sobre acné, estrías, piel grasa, arrugas, eritrosis, etc. En el caso de la celulitis, el masaje bajo luz azul resulta menos doloroso y se obtienen resultados inmediatos y controlables desde la primera aplicación.
Cromoterapia Medica
Desde el punto de vista médico, tres colores son eficaces en el tratamiento de enfermedades crónicas: rojo, azul y amarillo.
El color rojo, color cálido, debe ser utilizado cuando hay atonía del organismo; es excitante y estimula la circulación sanguínea. Puede ser beneficiosamente empleado para activar el aparato digestivo y contra depresión nerviosa, hipocondría, melancolía, neurastenia y parálisis parciales o totales. En cambio, agravaría las enfermedades contraídas por mala aplicación del color azul.
El amarillo y el naranja, dos colores alegres y vítales, son igualemente estimulantes, eficaces y se utilizan en problemas de hígado, intestino, asma, bronquitis crónica, estreñimiento debido a vida sedentaria, hemorroides, gota y reumatismo crónico.
El verde es un color analgésico, que se puede utilizar para calmar todo tipo de dolores y neuralgias. Ayuda a tratar la hipertensión, la gripe, y las inflamaciones genitales. Ha logrado notables efectos en ciertas psicopatías, asi como en la forunculosis, la incontinencia de orina, la sífilis y el cáncer.
El azul, color frío, refrigerante, sedante, antibiótico y astrigente es preconizado en los estados febriles e inflamaciones producidas por gérmenes: sinusitis, laringitis, amigdalitis, asi como para combatir insomnios, terrores nocturnos en la infancia, neuralgias intercostales, cefaleas, disentería y cólera.
El color violeta tiene las mismas indicaciones que el azul. Además es eficaz contra la anemia.
El púrpura tiene su principal acción sobre los riñones y pulmones.
El índigo, mezcla de azul y rojo, está indicado en los problemas respiratorios. Se recomienda en la neumonía, las bronquitis con tos seca, asma y dispepsia crónica.
El ultra-violeta, de reconocidas propiedades antimicrobianas, es utilizado para la esterilización de algunos alimentos y del agua. Puede ser útil en hiperexcitabilidad nerviosa.
Otro punto a considerar es el de la intensidad de la fuente luminosa, al mismo tiempo que el color, y esto es particularmente importante en el tratamiento de los tumores. El color azul es el que posee un mayor poder de inhibición. En la oscuridad, aplicando luz azul, los tejidos normales se desarrollan moderadamente, mientras que los tejidos neoplásicos dejan de desarrollarse.
La Cromoterapia ha sido y es todavía una técnica empírica, pero gracias a estudios serios se están elaborando medidas precisas para poder sacar de los colores todo el partido terapéutico que es de esperar.
16. Cromoterapia Ambiental
Es innegable que el entorno donde se vive, del que los colores forman parte integrante, actúa grandemente sobre la calidad de vida. De ahí la conveniencia de aprovechar las reglas de la Cromoterapia para contribuir también en el aspecto ambiental a la necesaria armonía. Por esto, los decoradores que conocen bien su profesión toman en cuenta los consejos de los psicólogos, a fin de proporcionar el más armónico ambiente en las instalaciones de sus clientes. Algunos de estos consejos son los siguientes:
En La Vivienda
Lo primero que se tiene en cuenta es la división de los colores en cálidos y fríos , considerándose opuestos o complementarios entre sí:
- Amarillo y azul ultramar.
- Naranja y azul turquesa.
- Rojo y verde esmeralda.
- Violeta y verde vegetal.
En decoración es imprescindible no olvidar este efecto: el amarillo, por ejemplo, adquiere más intensidad al ser colocado junto al azul; el rojo, junto al verde; por lo que no se debe tomar un color considerándolo aisladamente, sino estudiando la intensidad que adquirirá según tenga que ir junto a una u otra tonalidad.
No todas las habitaciones admiten el mismo tono de color. Ello depende de la orientación y del uso que se vaya a hacer de las mismas. En general, se aconseja lo siguiente:
-Pasillos: Deben predominar los colores cálidos.
-Comedor: Mezcla de colores cálidos y fríos.
- Estancia: Deben predominar los colores cálidos.
- Dormitorios: Deben predominar los colores fríos.
- Cocina: Mezcla de colores cálidos y fríos.
Hay una cierta tendencia a que las paredes y el mobiliario de la cocina sean de color blanco. El blanco evoca orden y limpieza, pero es un color frío, monótono, desmoralizador.
¿Significa esto que tendrían que usarse en la cocina vivos colores? No, esto sería caer de un exceso a otro: los colores cálidos, demasiado excitantes, pueden provocar a la larga fatiga nerviosa. Lo mejor es una combinación armónica de tonos claros, luminosos y suaves. Por ejemplo, si las paredes son blancas o de color crema, el mobiliario podría tener matices pastel (verde, amarillo y azul). Inversamente si las paredes son de color pastel, el mobiliario podría ser blanco. No es aconsejable que las baldosas de las paredes tengan contraste de colores, como por ejemplo blanco y rojo o blanco y negro; la persistencia de estos dos valores opuestos se traduce en fatiga ocular.
Por los que respecta a las habitaciones, algo que hay que tener muy en cuenta es la personalidad de quienes vayan a utilizarlas. Si se trata de personas nerviosas o irritables, deberá darse preferencia a matices pálidos y colores calmantes. Si por el contrario tienen que habitarlas personas indolentes y melancólicas, un exuberante rojo o una mezcla de colores brillantes podrá animar su espíritu.
La elección del color para el cuarto de baño es particularmente delicada. El tono del maquillaje puede ser alterado por el reflejo de unas paredes de color demasiado vivo. Si el suelo es de color claro, las paredes y puertas podrían ser de color rosa y dejar los colores vivos para cortinas, toallas y demás accesorios. Si el suelo es de color oscuro, las paredes y puertas podrían ser de color amarillo, y blancos los aparatos sanitarios y demás accesorios.
Iluminacion
Es así mismo de gran interés para el decorador tener en cuenta, al elegir los colores que se han de combinar, los cambios de intensidad de luz que se producirán en cada habitación, pues según la intensidad de luz cambiará el color. He aquí el coeficiente de reflexión de diversos colores a la iluminación natural media:
- Cadmio: 80%
-Amarillo y verde: 60%
-Salmón: 40%
-Siena: 35%
-Naranja 32%
-Púrpura y carmín: 30%
-Bermellón: 25%
-Rojo y escarlata: 20%
-Azul: 16%
-Violeta: 12%
No es lo mismo que la iluminación sea natural o artificial y, en esta última variaran los colores según la clase de foco que los ilumine.
En La Industria
La iluminación y el color es en locales industriales o comerciales y en lugares públicos donde más se ha reconocido su influencia. Hoy se admite que hay colores que ayudan y dan seguridad en el trabajo. El acondicionamiento del colorido de las fábricas disminuye muy notablemente el número de accidentes industriales.
A menudo la fatiga excesiva de los ojos, que puede causar gran tensión nerviosa y otros desórdenes serios, proviene del esfuerzo involuntario y constante del ojo por adaptarse a contrastes de color perjudiciales. No basta que haya luz suficiente en una sala de trabajo. Es preciso que tanto la luz como los colores estén debidamente dispuestos.
En numerosas industrias en las que el blanco y el gris dominaban sobre los muros, al pintarlos de color verde pálido se ha comprobado que la atención visual de los obreros se hacía más regular, con menos fatiga, lo que significaba mayor producción y mejores resultados económicos.
En cierta oficina en que predominaba el color verde todo allí era equilibrio, productividad y buen talante, pero bastó pintar las paredes de color rojo para que surgieran discusiones, agresividad y descendiera la eficacia del personal.
Al parecer, existe una relación entre los colores y los ruidos. Bioquímicos rusos han realizado experiencias sobre el comportamiento de ruidos y colores en el organismo y una de sus conclusiones es que determinados colores reducen el impacto del ruido ambiental. Según ellos, los colores fríos, como el azul y el añil, presentan una capacidad de absorción de ruidos fuertes e intensos, por lo que tales colores debieran ser preferidos en talleres excesivamente ruidosos.
El Instituto de Investigaciones del Color, de Estados Unidos, ha llegado a sugerir que algunos colores favorecen las ventas. Así, el color rosa es el mejor para los cosméticos; el verde, para la joyería, y el rojo, para los juguetes.
En unas escuelas suizas se sustituyo el encerado negro y el yeso blanco por una pizarra verde y clarión amarillo. Además del efecto calmante obtenido, fué notable el progreso en la retención de las explicaciones desarrolladas en aquella.
En la mayor parte de clínicas y hospitales, el color blanco o marfil de las paredes y de las prendas de vestir de médicos y enfermeras ha sido sustituido por el color verde. Con ello el ambiente es más clamado e incluso los cirujanos trabajan con mayor seguridad.
Pero hay más: La "Panamerican Airways" descubrió que se daba una mayor proporción de mareos en los pasajeros de aviones cuya decoración era de color amarillo o naranja. El problema fue resuelto adoptando el azul o el verde pálido tanto para asientos y almohadones como para la pintura interior de los aparatos. El ejemplo ha sido seguido por los diseñadores de autobuses y vagones de ferrocarril.
En todos los ambiente, la buena disposición de luz y colores es de mayor importancia.
Entre los elementos que utiliza el cromoterapeuta tiene un lugar preponderante el agua solarizada. Ésta se obtiene muy fácilmente: basta exponer agua pura durante unas cuatro horas en una botella de vidrio del color deseado o, si no se dispone de ella, de una botella de vidrio incoloro teñida o envuelta en papel celofán con dicho color. Una vez cargada de vibraciones, esta agua se ha transformado en una "poción mágica" que hay que tomar con moderación.
Este mismo método se utiliza para preparar los aceites destinados a dar masajes.
Los Alimentos
La buena higiene de la vida pasa necesariamente por la alimentación. En la preparación de los alimentos también los colores tienen su importancia. Precursores de este dominio, los médicos tradicionales chinos escogen los alimentos en función de sus diversos colores. Asi, a fin de activar los distintos órganos, relacionan el corazón, el hígado, el bazo, los riñones y los pulmones respectivamente, con el rojo, el azul o el verde, el amarillo, el negro y el blanco.
Asi, alimentos como el tomate o el pimiento rojo sirven para fortificar las funciones del corazón, a condición de que hayan sido preparados con arte y amor. Sin embargo, al preparar el menú, hay que tener en cuenta la constitución y el temperamento del cliente, tanto como el sabor del menú preparado.
Por otra parte, hay que ir con cuidado con el color de la luz artificial. Una iluminación fluorescente tirando a azul podría transformar en desagradable una excelente comida. Un investigador sueco llevó a cabo un experimento destinado a probar este extremo. Convidó a unas veinte personas distinguidas por su carácter afable. La comida transcurría en un ambiente agradable y con buen apetito. De repente, siguiendo las órdenes del anfitrión, un ayudante pulso un conmutador y la iluminación normal de la sala fue reemplazada por una luz filtrada que alteraba notablemente el color ambiental. Aquél rogó a los convidados que no tuvieran en cuenta el incidente técnico y siguieran haciendo honor a la comida como si nada hubiera pasado. Pero a pesar de sus amables palabras los asistentes no tardaron en sentirse a disgusto. Los alimentos aparecían ahora de color negro y gris, como si los hubieran regado con tinta. Los espárragos parecían morados y los guisantes azules. Algunos no se atrevían a hincar el diente en vituallas de aspecto venenoso. La conversación languideció. De pronto, una joven exclamó histéricamente que se encontraba mal, sospechando que era debido al vino, cuyo sabor ya le había parecido sospechoso. Juzgando que el experimento había durado lo suficiente, el investigador le puso fin haciendo que se restableciera la iluminación normal. Los manjares recuperaron sus colores habituales. El anfitrión explicó los motivos científicos del experimento e instantáneamente los convidados recuperaron el buen humor y el apetito.
Que la presentación y particularmente el color de los alimentos tienen su importancia, no ofrece la menor duda. Instintivamente, el ama de casa, al preparar entremeses, los dispone de tal manera que el rojo de los rabanillos se acompañe del amarillo pálido de la mantequilla, mientras que en verde del perejil y el amarillo de la yema de huevo pongan en relieve el color de los tomates.
La secreción de saliva y del jugo gástrico se desencadena a menudo desde que los ojos registran la armonía o el contraste de los colores. Se ha comprobado que los platos policromos tienen gran éxito y provocan inmediato apetito. Como si se dispusiera de una paleta, el cocinero o el ama de casa pueden echar mano de colores que van desde el rojo de los pimientos, la remolacha, los rábanos, al verde de los otros pimientos, las lechugas y los pepinos, pasando por el amarillo de los limones, la yema de huevo o las mayonesas, y el blanco del arroz o de la raíz del apio.
La armonía de los colores también es de suma importancia en la mesa.
Las investigaciones sobre la física, la bioquímica y la psicología de los colores han revelado fenómenos muy interesantes. Por lo pronto, la opinión de que los colores son un lujo de la Naturaleza, que se permite estos adornos para agradar la vista, no puede sostenerse. En primer lugar, porque el órgano de la visión no es el único sistema que percibe variaciones luminosas cromáticas.
Para demostrarlo, en la Universidad de Viena se verificaron diversos experimentos exponiendo a muchas personas, con los ojos vendados o ciegas, a la acción de lucex de diversa longitud de onda, que vale tanto como decir de diversos colores. Todos reaccionaron los mismo. La luz blanca no provocó ninguna respuesta. En cambio, las otras sí. Sin que ninguna pudiera verlas, la amarilla les hizo mover inconscientemente los brazos; la roja los atrajo, y la azul los repelió. De esto se deduce que las sensaciones cromáticas no solo entran en el organismo humano por la doble ventana de los ojos. Debe existir otro aparato receptor situado en la piel, en cierto modo semejante al de algunos seres inferiores.
Desde hace mucho tiempo, se sabe que los ciegos detectan las vibraciones de la luz mejor que quienes disfrutan de buena vista, lo que hace suponer que tales vibraciones actúan no solo sobre la sensibilidad, el ritmo respiratoria y la presión sanguínea, como ya es sabido, sino en muchas más facetas de las que generalmente imaginamos. Modernamente, asi lo ha confirmado la Psicología experimental, que atribuye a los diversos colores el siguiente simbolismo:
BLANCO: Síntesis de todos los colores, en sentido positivo significa perfección, pureza, verdad, inocencia, gloria, integridad, firmeza, obediencia, elocuencia, iniciación, perdón. En sentido negativo puede representar frialdad, poca vitalidad, vacío, ausencia.
El algunos países orientales el blanco es color de luto. En la naturaleza es el color de la nieve, de los lirios, de los pulcros cisnes. Es el color preferido por los decoradores porque da luminosidad y favorece la integración de cosas muy diversas.
VIOLETA: Abarca los matices conocidos como añil, índigo, violeta, lila y morado. Significa humildad, retiro, recogimiento, religiosidad, tolerancia, intuición, sabiduría, temperancia. Pero también nostalgia, melancolía, conformismo, soledad extrema. Color propio de los arrepentidos, penitentes, deprimidos, asi como de personas de débil vitalidad, frioleras, viejas antes de tiempo.
En el extremo de esta gama se halla el ultravioleta, cuyo significado es el misticismo y desenvolvimiento de facultades parapsíquicas.
ESCARLATA: Abarca los matices conocidos como carmín, carmesí, escarlata y púrpura. Significa grandeza, dignidad, sabiduría. Pero también indignación, dogmatismo, egoísmo.
ROJO: El más cálido de los colores, estimula y dinamiza. Significa fortaleza, amor, sacrificio, audacia, optimismo, victoria. Pero también sangre, fuego, agresividad, pasiones violentas.
NARANJA: El más generoso de los colores y punto de equilibrio entre la libido y el espíritu. Significa confianza en sí mismo, vigor, estímulo vital. Pero también puede significar tentación lujuriosa, orgullo, ambición.
AMARILLO: Color del sol y del oro, significa luz, inteligencia, constancia, nobleza. Pero también envidia, avaricia, hipocresía.
VERDE: Color de la Naturaleza en primavera. Significa esperanza, fe, respeto, servicio, amistad. Pero también angustia y ansiedad. Al veneno se le acostumbra a representar de color verde.
AZUL: El más frío e inmaterial de los colores. Color del infinito, del cielo y del mar, significa fidelidad, justicia, verdad, caridad. Pero también miedo, desvarío.
En Siria, el azul celeste es el color del luto, significando el cielo que se desea para las almas de los difuntos.
GRIS: Color del plomo, del tiempo lluvioso, de las rocas.
Como el beige y el marrón, es un color neutro que evoca un poder suave y sutil, el recuerdo de la infancia. Su significado es mucho más favorable cuando aparece limpio y claro que cuando es sucio y oscuro. Significa sensatez, experiencia, sentido común, justa medida entre mentalidad y emotividad, entre actividad y pasividad. Pero puede significar depresión, indiferencia, astucia y engaño. Las hojas secas al marchitarse adquieren el color beige.
NEGRO: Negación de todos los colores, simboliza la noche, la nada, el abismo, las tinieblas. Significa rigor, prudencia, honestidad, seriedad, elegancia. Pero también tristeza, luto, inconsciencia, odio.
Realce De La Personalidad
Los colores han acompañado siempre al ser humano, desde muchos milenios, en sus diferentes épocas y culturas. Ya en las tribus más primitivas, tatuajes y maquillajes de diversos colores han constituido una constante, si bien usados principalmente por los líderes para distinguirse del resto del pueblo. Los pigmentos que utilizaban eran extraídos de algunas plantas o de la tierra, como las sales de cobre y manganeso.
Época de esplendor en el uso de colores fue la de los faraones, en Egipto, donde empezaron a usarse los colores azul de lapiz lázuli, verde malaquita y rojo púrpura, este último extraídos de unos moluscos del Mediterráneo.
En la corte de Francia, en la época de los "Luises", los nobles, además de vestir diferente para distinguirse de la gente común, iban maquillados con la tez blanca, con polvos de arroz, párpados azules, labios rojos y un lunar tafetán, que según colocación significaba una cosa u otra.
Con la misma finalidad de realzar su personalidad, ya sea por el poder personal o por la fuerza del grupo, aun hoy se utilizan los uniformes de diversos colores y se procura distinguirse o elevar la altura de los gorros, aparatosos sombreros, etc. Por esto, socarronamente, la gente del pueblo advierte: Desconfiad de los que visten diferente de nosotros".
El Color De Los Vestidos
Se dice que "el hábito no hace al monje"... pero lo ayuda. Para numerosas comunidades religiosas, el color de los uniformes es simbólico: el blanco, por la pureza; el negro, por la austeridad; el carmín, por la dignidad.
La Psicología de los colores prescribe vestimentas teñidas con materiales naturales y con colores que jueguen su papel para el bienestar físico y moral.
Deberían evitarse las contradicciones. Asi, los colores vivos y cálidos (rojo, anaranjado y amarillo), en lugar de utilizarlos en verano, como es moda, deberían ser preferidos en invierno, por su acción antifatiga, estimulante y tónica. Del mismo modo los colores, muy llamativos, que suelen llevar las personas extrovertidas, deberían ser llevados por las introvertidas y algo melancólicas, a fin de que levantaran su temperamento.
En síntesis, los colores de las prendas de vestir podrían elegirse, en cada caso particular, según los siguientes efectos:
- Rojo. Ejerce un efecto tonificante, estimula las células cerebrales, acelera la circulación y excita el apetito y la combatividad. Por ello, solo debería llevarse en cortos periodos de competiciones deportivas o de grandes esfuerzos.
- Rosado. Crea clima festivo.
- Anaranjado. Para sentirse bien, optimista y aumentar el tono sexual.
- Amarillo. Estimula la energía, predispone al humor jovial, procura sensación de bienestar. Fortificando nervios y cerebro, es aconsejable en caso de pruebas intelectuales y afectivas. Algunos amarillos pálidos carecen de efecto, pero basta realzar un poco su tono para obtener una atmósfera cálida que evoca el oro y el sol.
- Verde. Color de la Naturaleza, es calmante de los nervios, tranquilizador.
- Gris. Color neutro que debilita las reacciones psicológicas. Para llevar durante periodos de grandes trastornos emocionales. No debe usarse en periodos demasiado largos.
- Azul. Produce un sentimiento de serenidad y tranquilidad.
- Violeta. Concilia los dos extremos del espectro (azul y rojo). Para hallar la calma y abrirse a los demás. Pero presenta un lado enigmático. Llevar permanentemente este color engendra fatiga, estreñimiento e indigestión crónica.
- Blanco. Hace a quien lo usa transparente a los ojos de los demás.
Todo color situado al lado de otro, ya contraste o se armonice con él, se ve transformado de manera increíble. Ciertos verdes pueden acentuar el enrojecimiento de la tez (porque el verde tiende a resaltar parcialmente su complementario, el rojo) o, por el contrario, subrayar la palidez. Si bien el rosa es generalmente considerado como un color que sienta bien, un rosa de color carne acentuará el color terroso del rostro. Algunos rojos vivos, en cambio, van sorprendentemente bien a estos géneros de piel. Y una mujer de tez brillante cuyos cabellos contrastan intensamente con el color de la piel, puede llevar un conjunto verde esmeralda o rojo bermellón.
El negro, negación de todos los colores, y el blanco, combinación de todos ellos, forman una categoría aparte que puede ir bien en toda ocasión. Sin embargo, cuando por la edad los cabellos se vuelven grises, hay que tener en cuenta que el negro hace palidecer el rostro.
19. Test de los colores
Los psicólogos están de acuerdo en que los colores afectan la sensibilidad e influyen en el comportamiento. La preferencia por un color o por otro, o por las diferentes combinaciones de unos y otros, permite hacer un retrato psicológico bastante fiel. Basado en este principio, el siguiente test trata de revelar el carácter, según edad y sexo.
Color Preferido Y Valoracion
Hombres de menos de 30 años:
VIOLETA- Seductor y, a veces, indiferente. Fácil éxito entre las mujeres.
INDIGO- Audaz. Facilidad desconcertante para ganar y gastar dinero.
AZUL- Inventivo. La indolencia impide obtener el éxito bien merecido.
VERDE- Jugador. Espíritu práctico que permite crear rápidamente una buena situación.
AMARILLO- Espíritu brillante pero superficial. Necesidad de una mano que le dirija firmemente.
NARANJA- Artista. Gusto por la decoración. Afeminamiento.
ROJO- Mal dominio de las pasiones. Capacidad de sacrificarse por los amigos.
BLANCO- Brusco e intransigente. Prejuicios. Generosidad.
NEGRO- Nerviosismo pero autodominio. Espíritu de iniciativa.
Hombres de más de 30 años:
VIOLETA- Idealista. Desarmado ante la vida. Habla poco pero escucha bien, calidad bastante rara.
INDIGO- Orgullo. Sangre fría. Buen amigo y temible enemigo.
AZUL- Extravagancia, sobre todo en las artes. Extrema independencia que a veces perjudica.
VERDE- Irritabilidad. Aparente maldad, debida a no saber dominarse.
AMARILLO- Buen conversador que se apropia de las ideas ajenas. Sentido de los negocios.
NARANJA- Autoritarismo y orgullo. Desarrollado sentido de la justicia.
ROJO- Voluntad tenaz. Dedicación plena al hogar o al trabajo.
BLANCO- Galantería. Excelente mayordomía. Viviendo en el presente, permanece atado al pasado.
NEGRO- Egoísta que sabe dominarse. Eterna interrogación por todo.
Mujeres de menos de 30 años:
VIOLETA- Distante pero fiel. Espíritu más formado que las mujeres de esta edad.
INDIGO- Equilibrio pero a veces arranques súbitos. Capacidad mediumnica.
AZUL- Afectuosidad, adicción. Independencia extremada que a menudo perjudica
VERDE- Desorden. Muchas ideas pero sin saber realizarlas adecuadamente.
AMARILLO- Espontaneidad y audacia. Necesidad de prudencia en momentos graves.
NARANJA- Celos. Gusto muy pronunciado por la familia y la infancia.
ROJO- Exuberancia. Extroversión. Afición por la danza y la música rítmica.
BLANCO- Soñadora, sentimental. La timidez impide vivir los sueños.
NEGRO- Orgullo. Necesidad de ser notada. Gran sinceridad de sentimientos.
Mujeres de más de 30 años:
VIOLETA- Avidez por la cultura. Independencia. Preferencia por los hombres mayores.
INDIGO- Inteligencia y facilidad de asimilación. Poco interés por los hombres.
AZUL- Coquetería y algo de misticismo. Preferencia por los intelectuales más que por la gente sentimental.
VERDE- Impulsividad. Entrega profunda, pero desgraciado quien nos engañe.
AMARILLO- Glotonería, sensualidad y alegría. Buenas disposiciones para el teatro.
NARANJA- Originalidad. Gran actividad que conduce a amar a varios hombres a la vez.
ROJO- Despilfarro y pasión. Rechazo de la infidelidad en cualquier dominio.
BLANCO- Espíritu lógico. Examen del pro y el contra antes de emprender cualquier cosa.
NEGRO- Cinismo y diplomacia. Elegancia y distinción.
Desde el hombre prehistórico que ilustraba sus cavernas representando escenas de caza en matices rojos y ocres, las diversas culturas han mostrado un vivo interés por los colores, a los que han atribuido simbologías más o menos coincidentes.
Los Magos Caldeos
Creadores de la Astrología, los magos caldeos observaban estrictamente los colores que personalmente les correspondían. Asi, en sus ceremonias se revestían según los siguientes planetas:
SOL- Túnica de seda mezclada con hijos áureos, formando verdaderos panes de oro.
LUNA- Similar a la anterior pero sustituyendo los hilos áureos por hilos de plata.
MERCURIO- Tejido amarillo claro, con fondo anaranjado.
MARTE- Tejido escarlata brillante, con matices de carmín.
VENUS- Azul celeste, con matices verdes y reflejos irisados.
JÚPITER- Azul violeta cubierto de puntos plateados.
SATURNO- Verde ceniciento.
URANO- Azul marino.
NEPTUNO- Indigo.
VULCANO- Túnica imitando fuego.
Por lo que respecta a las constelaciones, también se las asociaba con determinados colores que, en sentido positivo o negativo, tenían respectivamente la siguiente simbología:
ARIES Y ESCORPIO- Color rojo. Tolerancia. Intolerancia.
TAURO Y CAPRICORNIO- Color azul. Creatividad. Depresión.
GEMINIS- Color violeta. Armonía. Confusión.
CANCER Y ACUARIO- Color verde. Equilibrio. Inestabilidad.
LEO- Color naranja. Amor. Celos.
VIRGO- Color turquesa. Amistad. Distanciamiento.
LIBRA- Color amarillo. Confianza. Temor.
SAGITARIO- Color verde-amarillo. Alegría. Tristeza.
PISCIS- Color azul marino. Seguridad. Inseguridad.
Por otra parte, según ptolomeo, los aspectos formados por los astros en su recorrido por el Zodiaco podían considerarse como de coloración roja, azul o verde.
Los aspectos rojos (cuadratura y oposición) materializan. Toman y dan energía. Son una fuente de poder pero pueden serlo de conflicto. Corresponden a la cualidad Cardinal.
Los aspectos azules (sextil y trígono) dan seguridad. Muestran aquello a que se es merecedor y que se puede conseguir. Corresponden a la cualidad Fija.
Los aspectos verdes (semisextil y semi-cuadratura) significan habilidad para aprender y motivación para la investigación profunda. Corresponden a la cualidad mutable.
Finalmente, los colores amarillo y naranja se atribuyen a la conjunción y su cualidad depende de los planetas que la forman.
Cromoterapia China
La influencia cromática fue conocida ya en el antiguo Egipto, en el cual los sacerdotes de Thot, dios de la sabiduría, representado con cabeza de ibis, ejercían ya la curación mediante colores, terapia que también se utilizó en otros países.
El célebre misionero occitano Evarist Huc, que en el pasado siglo exploró la China, la Tartaria y el Tíbet, dio cuenta de las curaciones mediante la utilización de diversos colores, como pudo observar en aquellos países.
Según la antigua sabiduría china, la Naturaleza está constituida por cinco tendencias, representadas por otros tantos materiales que, cumpliendo un ciclo siempre renovado, dan lugar a todo lo que existe. Estos cinco elementos son los siguientes:
- El fuego, que engendra la tierra.
- La tierra, que engendra el metal.
- El metal, que engendra el agua.
- El agua, que engendra la madera.
- La madera, que engendra el fuego.
A cada uno de estos elementos se les atribuye un color relacionado con las estaciones, factores ambientales, crecimiento y desarrollo, sabores, orientación cardinal y las siguientes características:
ROJO: Vivaz y activador, es símbolo de fuerza, pasión y destrucción.
AMARILLO: Es el color del intelecto y de progreso económico, fama, triunfo, nobleza y amistad.
BLANCO: Bondad y pureza.
NEGRO: Color negativo. Simboliza miedo, mal.
VERDE: Color relajante Simboliza esperanza, renacimiento, energía, crecimiento, juicio claro y equilibrio.
Partiendo de esta simbología el cromoterapeuta chino decide aplicaciones, pudiendo utilizar tarjetas de colores, microtriángulos, arcillas bioenergéticas, etc.
También según la medicina tradicional china, tienen los colores diversos efectos en la estimulación de los puntos de acupuntura:
El violeta es el color que gobierna todo el sistema nervioso y psicológico, utilizándose fundamentalmente sobre el Tu Mo o Vaso Gobernador.
El color naranja estimula el aumento de energía.
El lila, aplicado sobre los meridianos triplecalentador o del intestino delgado, es depurador y regulador térmico.
El amarillo es el color de la regulación interna, particularmente de la mujer.
El amarillo verdoso, aplicado sobre todos los puntos relacionados con la digestión, favorece el equilibrio energético.
Junto con el anterior, el color rosa, es utilizado preferentemente en la regulación de la piel.
El color rojo tiene efecto vivificante, debiendo ser aplicado sobre Ching del pulmón y Meridiano de intestino grueso.
Filosofia Sanscrita
Si la Acupuntura se basa en la existencia de unos circuitos energéticos, según la filosofía sanscrita, la energía vital forma en distintos centros del cuerpo humano remolinos o vórtices denominados "chakras", palabra que en sánscrito significa "ruedas".
El nombre de cada chakra, su localización, COLOR, función psicológica y emoción característica son los siguientes:
-Shasrara. Coronilla. VIOLETA. Entendimiento. Felicidad.
-Ajna. Frente. INDIGO. Intuición. Ensoñación.
-Vishudha. Garganta. AZUL. Comunicación. Conexión.
-Anahata. Corazón. VERDE. Amor. Compasión.
-Manipura. Plexo solar. AMARILLO. Voluntad. Alegría.
-Swadhisthana. Bajo vientre. NARANJA. Deseo. Llanto.
-Muladhara. Coxis. ROJO. Supervivencia. Serenidad.
Los Druidas
Entre los celtas, antes de la invasión romana, el Druida no fue un sacerdote ni un sacrificador, sino un filósofo y un metafísico digno de los pitagóricos, que supo introducirse en los secretos del Cosmos y se esforzó en comprenderlos.
Cuando llegaban las épocas sagradas, se reunía la terniaría espiritual en el centro apartado del bosque o en la gruta que encantaban Gaea y la fuerza anímica del oso. Allí, el Druida, presidía la reunión recubierto de lino blanco, símbolo de la luz total y de la pureza. Le rodeaban los Ovates, vestidos de lino teñido verde, y los Bardos, vestidos de lino rojo o a veces azul. El verde era uno de los atributos del sabio que buscaba e intentaba aplicar las leyes de la materia y de la vida y que servia de intermediario entre el pueblo, los Sarónidos de los cultos primarios y el maestro metafísico. Era entoncés cuando el Druida, después de haber segado el muérdago con la pequeña hoz de oro, preparaba la célebre poción mágica.
Los cinco colores de la alquimia
Según el psiquiatra suizo contemporáneo Carl G. Jung, los alquimitas estaban principlamente interesados en el desarrollo de la psique y daban a los colores un significado relacionado con las etapas de la vida, cuya evolución la representaban en forma de cruz.
Partiendo del "nigredo" (negro), símbolo de la oscura materia, de la nada, la vida se inicia con el "albedo" (blanco), símbolo de la inocencia; pasaban el "citrinitas" (amarillo), símbolo de la adolescencia y de las ilusiones; luego el "rubedo" (rojo), símbolo de la juventud y de la acción, para alcanzar finalmente el "coeruleus" (azul), símbolo de la madurez y la contemplación.
Las Catedrales
Guillaume de Digulleville, prior cirteciense y poeta francés del siglo XIV, tuvo una visión en la que un ángel le explica: "Hay tres colores principales, verde, rojo y dorado; están juntos en diversos trabajos de seda tornasolada y en las plumas de muchos animales, como el pavo real, se atribuye al Dios Padre; el rojo, al Dios Hijo, porque Él derramó su sangre; y el verde, al Espíritu Santo, color que reverdece y conforta".
Ya desde la época gótica, la iglesia se sintió atraída por los colores más vistosos. Los ventanales de las catedrales constituyeron una verdadera sinfonía de colores que, se subordinaba al afecto general, exactamente lo mismo como hace una orquesta con una sinfonía de sonidos. En muchas de ellas, se representaba a San Juan Evangelista con un bello hábito verde, color que simbolizaba la resurrección, la caridad y la sana alegría.
La influencia de la luz de diversos colores filtrada por las vidrieras e iluminando a los feligreses no puede ser desdeñada.
El lenguaje arquitectónico tiene en el color a uno de sus principales componentes. No sólo como aporte estético que despierta nuestras fibras emocionales más íntimas sino también cumpliendo otros importantes roles, tales como la transformación de espacios de difícil legibilidad en lugares armónicos y la identificación de áreas determinadas. El presente escrito intenta mostrar la evolución del marco teórico al respecto, en el transcurso de los siglos XIX y XX, considerando que históricamente recién se comenzó a tomar verdaderamente en cuenta el concepto de policromía arquitectónica en el pasado siglo. La obsesión por la historiografía propició la proliferación de estudios y viajes a Grecia, Italia y España, redescubriéndose el uso del color aplicado en templos clásicos, los revestimientos de mármol del gótico veneciano y la policromía de la Alhambra de Granada. El siglo XX tiene en Gaudí al arquitecto precursor del resurgimiento del color, natural para un sitio como Barcelona, comenzando de esta manera una enorme y variada etapa productiva en este campo. En la posguerra, se libra una ferviente batalla a favor del uso del color "como medio de liberación de la arquitectura de la camisa de fuerza del gris sucio" -expresión de Bruno Taut. También los movimientos pictóricos de vanguardia de este período influyen en gran medida en la arquitectura, destacándose el uso de los colores primario, gris y negro del neoplasticismo. En contraposición, el esprit nouveau de Le Corbusier revaloriza el blanco de cal en una especie de couleur type. La Bauhaus, en cambio, mantiene los grises dominantes de las nuevas tecnologías. De esta manera, el mito de lo nuevo, el arte como cambio y novedad, se constituye el punto de partida para un inmenso panorama de continuaciones, revisiones, evoluciones y críticas que se sucederían hasta los setenta. El movimiento moderno sigue su curso en el período 1930-1950, pero con apariciones esporádicas de nuevas propuestas. El brutalismo es una de ellas, constituyendo la expresión viva de los materiales e instalaciones sin ocultamientos, destacándose por el uso inteligente del color la Unidad de Habitación de Marsella de Le Corbusier. Entrando ya en los sesenta, la arquitectura moderna sufre serias críticas en cuanto a la pérdida de su capacidad connotativa, considerándosela demasiado anónima, repetitiva, abstracta y técnica. Para superar esta situación, deberá recurrir a la historia, al símbolo y la metáfora. De esta manera la arquitectura de los setenta y los ochenta, denominada posmoderna, tuvo como protagonista a la fachada, en una suerte de edificio-anuncio transmisor de mensajes. Los colores primarios son sustituídos por las cuatricromías de los comics, entre otros de los recursos expresivos del pop art empleados. Así arribamos a los noventa, década que se caracteriza por la multiplicidad de experiencias, de convivencia de posturas estéticas disímiles que abarcan un amplio espectro, desde la revalorización del purismo moderno pero con connotaciones regionalistas hasta las distorsiones deconstructivistas, cada una con su coherente y particular uso del color.
Color En La Arquitectura
Los colores juegan su papel en el curso de una vida, cada color tiene su importancia y los colores en su conjunto ayudan para asegurar una vida normal, por ello no nos equivocamos al decir que el estimulo creado por un color especifico responde al organismo entero, según un esquema especifico la visión constante de unos colores que luchan entre si, o la de un esquema de colores discordantes con el sentimiento o gusto, puede producir los efectos deplorables en nuestra constitución orgánica; en fabricas y oficinas se ha comprobado que reduce la eficiencia del operario, burócrata o técnico y aumentan el absentismo, y en los hospitales y en clínicas como actúan agrabando o retardando la curación de las dolencias.
La ambientación de los lugares de trabajo debe responder a normas que van mas allá de lo puramente decorativo, se debe proporcionar un ámbito que de al trabajador una sensación de calma, que facilite su concentración en su tarea y estimule su eficiencia y rendimiento en la misma.
Para conseguir situaciones optimas deben considerarse la calidad de la luz ( natural o artificial ) y la reflexión que esta otorga a las superficies coloreadas evitando asi los efectos de deslumbramiento.
La máxima claridad proviene de pintar los cielorrasos de blanco. Si los pisos y elementos de equipamiento son relativamente oscuros ( reflejan entre el 25% y 40% de la luz ) las partes superiores del ambiente deben tener una capacidad de reflexión del 50% al 60%.
La ausencia de colores contrastantes fatiga la vista al poco tiempo y hay que neutralizar esta posibilidad de cansancio, considerando que no se produzcan contrastes duros en el campo visual del trabajador con lo que disminuyen sus posibilidades de visión.
El verde es un color muy empleado en ambientes industriales combinado con tonos azules. Sugiere tranquilidad, serenidad, da descanso a los ojos de quienes trabajan en interiores.
Un ambiente verde azulado, tiene buenas condiciones de reflactancia, pero aparece un tanto frío ante la luz artificial.
La temperatura del ambiente debe contrastarse para hacer mas confortable psicológicamente el lugar de trabajo, por lo tanto, si la misma es elevada debe optarse por los colores fríos , (verde, azul) y elegirse tonalidades cálidas ( durazno, marfil, crema ) si se trata de temperaturas bajas.
A su vez las dimensiones del lugar pueden aumentar o disminuirse visualmente con el empleo del color. Un color claro y único contribuirá a agrandarlas, mientras que en el caso opuesto, una altura excesiva se atenúa dividiendo los muros en sectores horizontales, pintando el superior con un color oscuro que continúe en el cielorraso.
Para aquellos sectores donde se realicen operaciones delicadas o de gran precisión es conveniente pintar el fondo de estos con un color contrastante al utilizado en forma general.
En lo referido al mobiliario y a los elementos de equipamiento al menos que ocupen grandes superficies, pueden seguir la tonalidad general. Los marcos de las ventanas y puertas si se los pinta con tonalidades mas claras que la de las paredes disminuye el contraste que se establece con la luz que entra desde el exterior.
Un dormitorio requiere colores suaves y de descanso con poco contraste, mientras que un living admite mas contraste , valores ricos y colores alegres .
Para que una habitación sea clara los colores deben ser claros, un matiz inteso podrá ser efectivo en cualidad, pero reduce notablemente la claridad de la pieza, factor que debe ser considerado en primer plano.
En las piezas pequeñas no deben ser utilizados los colores cálidos , por la cualidad saliente de estos , tampoco en las grandes los fríos, porque estos, por su cualidad entrante harán que aquellas parezcan mayores aun.
Cuando los ocupantes de una pieza son temperamentales o nerviosos, deben seleccionarse aquellos esquemas en los que tengan predominio la cualidad fría, y si por lo contrario, son muy sensitivos e introvertidos, serán los colores cálidos y estimulantes .
Los colores puros son siempre insoportables; un azul intenso es deprimente, un amarillo puro agobia y un rojo brillante crea la máxima excitación. Los suaves verdes , rosas, marfiles, cremas, oros, que sean claros y neutros producirán una sensación fresca, darán el toque ,y crearan mas el ambiente propio para la estabilidad emotiva.
El arquitecto conoce como usar cientificamente el color para conformar una habitación mas cálida o fría, mas grande o pequeña, mas alta o baja o mas reposada o inquieta.
El concepto del color ya no se considera como un simple valor estético o decorativo, sino como un medio para obtener los mejores resultados funcionales y de ambiente en un bien acordado ajuste con la luz, con los materiales y con las líneas.
Existe un empleo convencional de los colores, basado en motivaciones psicológicas, significados simbólicos o emocionales, indicativo de determinadas situaciones que pueden darse en ambientes de trabajo. Se utilizan entonces con fines de seguridad y si bien no sustituyen a buenas medidas para prevención de peligros, sirven para identificar riesgos específicos si su uso esta normalizado.
En señalización luminosa el rojo es el color mas fácilmente reconocible, le siguen el verde, el amarillo y el blanco. El púrpura y el azul, son mas difíciles de distinguir, pero en materiales opacos el amarillo es el color mas visible, seguido del naranja.
El azul, en cambio, es algo difuso. Las combinaciones mas apropiadas por su legibilidad son el negro sobre amarillo, rojo sobre blanco, blanco sobre azul, negro sobre blanco. Las combinaciones de rojo y verde y de rojo y azul son deficientes.
A continuacion podremos observar distintas situaciones arquitectonicas relacionadas con el color, dado que cada una presenta sus particularidades. Exteriores arquitectonicos, hogar, industria, oficinas, escuelas, hoteles, supermercados, establecimientos, restaurantes, cafeterias, hospitales y clinicas.
Exteriores Arquitectonicos
El arquitecto se interesa mas por los problemas que le plantea la forma que por los del color, y se resiste a admitir que es este ultimo el que anima y destaca la construcción , el que crea un interés y requiere la respuesta emotiva del espectador.
En los exteriores y fachadas será siempre inconveniente la utilización de colores puros en su mas elevada intensidad, estos cuando son muy saturados, tienen un carácter de ingenuidad primitiva y son ofensivos para la sensibilidad. Los colores deben estar en relación con el ambiente, con la forma, con la región o localización del edificio y también con las cualidades estructurales y la sensación de peso, espacio, y distancia; el color rompe toda impresión de monotonía. Los colores vivos, solo deben ser utilizados en superficies de pequeñas dimensiones y habrán de ser armonizados con los otros colores y tonos del conjunto.
El uso del color en la arquitectura de exterior no puede ser orientado por el deseo de crear una reacción psicológica impresionante . El debe ser ajustado a las cualidades de la forma, a la que de el se quiera obtener, a las cualidades de uso o destino de la edificación y a la atmósfera climática local.
El Color En El Hogar
El color es el factor mas positivo en la decoración de interiores, porque, como ya sabemos, por su simple acción se pueden aclarar habitaciones oscuras, atenuar el efecto deslumbrante de las muy iluminadas, reducir o ampliar espacios, rectificar proporciones, calentar piezas frías, refrescar las cálidas y dar vida a lo apagado y variedad a lo monótono. El color, aliado con la luz, es el mas potente generador de descanso, confort y satisfacción; en la agitada y compleja vida de nuestro tiempo el hogar es el oasis que brinda calma al espíritu, sosiego a los nervios y relajación al cuerpo físico.
Al escoger los colores del esquema de un interior será necesario considerar las reacciones emocionales que aquellos producen. Como hemos visto, ya ha sido demostrado como cada pasión y afección de la mente humana tiene su color y que este tiene gran efecto en la expresión de aquellas; aumenta la alegría, calienta el amor, inflama la rabia, profundiza la tristeza, etc. El color, es para una minoría una simple atracción de cualidad estética, pero en la generalidad, o sea en el mayor numero de personas, provoca una respuesta de agrado o desagrado, calma o excitación, frío o calor o una asociación de ideas con la alegría, la tristeza, el fuego u otros sentimientos positivos o negativos.
En la selección interviene, además, una razón de preferencia que tiene gran relación con la personalidad. Los investigadores dividen a los seres humanos en dos grupos; uno que esta supuesto por aquellos que prefieren los colores cálidos y bien saturados, y otro que gusta de los colores fríos y apagados; los del primero son extrovertidos, de carácter abierto, optimistas y tienen reacciones rápidas, y los del segundo son introvertidos, poco adaptables a las sugestiones del mundo exterior, reservados y de carácter melancólico.
Independientemente y al margen de lo psicológico, la selección del color se basa en razones de tipo social, cultural y económico y en otras de iluminación, reflejo, cualidad de los colores y finalidad de cada pieza. La opinión ajena sobre nuestro nivel de vida y el gusto general o del momento, la propia sensibilidad, la educación y cultura y las posibilidades económicas y de costo son factores que asi mismo tienen importancia.
Al escoger un esquema lo primero en considerar es la procedencia de la luz. Las habitaciones que reciben la luz del sur, sin sol, requieren colores cálidos del grupo amarillo-rojo: beige rosado, rosa pastel, limón, etc. Las que tienen luz del norte, con bastante sol, necesitan colores fríos del grupo verde-azul-violeta: gris perla, verde, azul verdoso, azul pastel, etc.
En las habitaciones orientadas al este ( salida del sol ) los colores se hacen mas duros, y por ello son usados los suaves, como grises pastel, perla, azulado, marfil, crema claro, etc. En las orientadas al oeste ( puesta del sol ) los colores se hacen mas cálidos, siendo útiles en este caso unos matices suaves algo fríos, como azul cielo, verde azulado, tilo, etc. Las habitaciones en que se vive mucho tiempo son resueltas con colores tranquilos y sedantes; los estimulantes son usados para aquellas en que se vive poco. Un living, o sala de estar o comedor que sea ocupado muchas horas requiere matices algo ricos y contrastados que sean alegres y animen; en un dormitorio son usados colores suaves y reposados, y en un cuarto de niños, los colores vivos y con buen contraste. Estos principios son genéricos y deben estar supeditados a las reacciones psicológicas de los ocupantes y a motivaciones del gusto. Un interior ha de ser personalizado por la expresión del gusto individual, pues casi todos tenemos una preferencia por determinados colores; por lo general, los jóvenes se inclinan por los colores alegres, mientras que las personas maduras gustan de matices reposados. Los hombres prefieren colores mas fuertes y oscuros que los que agradan a las mujeres.
La selección del esquema de color para un interior debe estar basado en cuanto ya ha sido expuesto, y puede ser también facilitada encontrando la respuesta del problema en los colores de un cuadro, de un tejido, de un empapelado, de una alfombra, de una flor, de un jarrón, mosaico, etc., o de la naturaleza.
Si la resolución de un esquema se fundamenta en un cuadro o pintura, analícese esta observando la proporción o extensión de los colores principales; el color dominante por su extensión será seleccionado para la mayor superficie de la habitación o paredes a una intensidad conveniente, el segundo color en importancia podrá ser destinado para suelos y cortinajes, el tercero para los muebles de tamaño amplio y el cuarto, que tendrá el color mas intenso, para accesorios, elementos de poco tamaño, muebles auxiliares, dibujos de la tapicería, etc.
Con este sistema, o alguno similar, podrán ser obtenidos resultados atractivos y de gran belleza y distinción, pero lo importante es que se posea un sentido del color; este se puede adquirir y desarrollar por el conocimiento de las cualidades de los colores y por una constante observación y análisis para poder diferenciar los contrastes y variaciones mas sutiles, tanto en los matices como en los valores.
El propósito selectivo, como ya hemos dicho, no esta basado solamente en factores psíquicos y de preferencia, sino también en otros diferentes, como finalidad de la habitación, iluminación, estilo, etc., y también en lo que se desee que cada pieza resuelva y exprese. El carácter de estas puede ser formal o informal, masculino o femenino, tranquilo o estimulante. En la habitación formal se usan colores apagados o ricos de cualidad; los primeros expresan serenidad y reserva, y los segundos gracia y empaque. En la informal son usados los colores vivos y claros. La habitación masculina debe tener colores agrisados en matices intensos: tostados, pardos, verde oliva, musgo, rojo oscuro y colores vivos en acentos con texturas rugosas o ásperas. En la femenina se utilizan colores apagados y polvorientos: azules, verdes y violetas en matices pastel claros y texturas suaves. En las piezas de descanso se hace uso de los colores fríos y reposados: azules y verdes suaves agrisados y tejidos con dibujo pequeño. En las alegres y estimulantes no deben ser utilizados los colores en grandes áreas que armonicen por analogía, como verde y azul, por ejemplo, sino los colores vivos, claros y contrastados en valor, como un rojo-naranja algo opuesto a un verde-azul oscuro.
El arquitecto o el ingeniero cuando conciben y preparan su proyecto solo se ocupan de cálculos, distribución, materiales y requerimientos de la construcción, pero se desentienden de los de carácter industrial: situación de elementos, puestos de trabajo, color de la maquinaria, etc, para los que ellos proporcionan el fondo y que en realidad habrían de ser el punto de partida de su estudio. Antes de preparar el esquema de color es indispensable que sean sometidos al técnico constructor todos los problemas y necesidades para que este lo estudie y resuelva. Los especializados en construcciones para la industria deben conocer los principios científicos y psicológicos del color y de la luz para estar en condiciones de poder resolver por si mismos el esquema funcional del color; en el caso de que no posean estos conocimientos o de que carezcan de un buen sentido del color habrán de ser asesorados por un experto que oriente y concrete este estudio. Para abordar este será imprescindible que el local, tanto si es de nueva construcción como si ya se trabaja en el desde hace tiempo, este completamente limpio y libre de objetos; una nave industrial sucia y llena de estorbos no deja ver sus problemas ni puede facilitar una labor creadora.
Los techos con huecos de cristal en su estructura pueden afectar al esquema de color según sean transparentes u opacos o estén limpios o sucios; el color de las vigas o soportes influye extraordinariamente y puede manifestar una tendencia fría o cálida según sea impuesta una de aquellas condiciones. Antes de adoptar el esquema será bien estudiada esta contingencia y se habrá de decidir si se mantiene el cristal tal como esta o debe ser cambiado. El cristal podrá ser pintado durante la temporada estival con un pigmento blanco que atenúe el rigor del calor y la actividad de la luz y luego despintando en el otoño para obtener un resultado opuesto.
Cuando son destacados los salientes estos aumentaran la impresión de altura en un local de techo bajo; en los de techo alto habrán de ser disimulados. Las esquinas de paredes que puedan recibir golpes o sufran muchos roces tienen que ser recubiertas por un ángulo protector resistente o de caucho.
El exterior de las fabricas no debe presentar un amontonamiento gris y sucio de fachadas, chimeneas, depósitos, tuberías, etc. Una fabrica actualizada debe producir una impresión visual agradable, con espacios limpios y animados por el verde reposado de la vegetación - si ello es posible – y con variedad de colores en los diferentes elementos del conjunto para que la sensación sea atractiva y esta se identifique con la eficiencia y el buen orden. Estos factores de aspecto influyen notablemente sobre el personal y crean en las vistas el mas favorable concepto sobre la atención y categoría de la empresa.
Los depósitos pueden ser en blanco, verde azul o rojo, o diferenciados, como las tuberías , de acuerdo con el código de identificación y asimismo las chimeneas; estas serán animadas por franjas anchas , horizontales, de blanco y rojo o verde. Las fachadas de los grupos constituidos por las diferentes secciones de la fabrica serán pintadas en relación con su producción o función con blanco neutralizado, crema, beige, azul verde, naranja claro rosado o rojo agrisado para que el conjunto ofrezca una impresión variada, sin monotonía y produzca una buena sensación de adecuación y encaje en cada instalación. Las áreas o partes mas atractivas serán pintadas con colores focales y requirentes y las menos agradables con los mas pasivos para que la vista no sea atraída por estos.
En las fabricas modernas se concede gran importancia a la puerta principal o hall de entrada porque esta es la primera impresión que el visitante recibe y la que predispone su animo en un sentido favorable o actúa, por el contrario, de manera adversa. El tono de esta bienvenida puede crear una reacción positiva o negativa que en el primer caso aun podrá mejorarse y en el segundo será difícil mejorar. El acceso de entrada en una fabrica no tiene que ser tan suntuoso como el de un banco o mansión aristocrática, porque esto seria excesivo y anacrónico en una instalación industrial, pero tampoco habrá de ser ruin, sordico o estrecho como el de una vieja hacienda; su aspecto será sobrio, amplio, sencillo, armonizado con buen gusto y debe tener la dignidad de un lugar de trabajo.
El tipo de su decoración habrá de estar acomodado al trafico o movimiento que tenga el hall; si este sirve como paso para el personal de talleres, oficinas, etc., será decorado anteponiendo la función al aspecto, aunque sin daño para el buen gusto. Cuando el edificio este situado en una zona árida o calurosa, o en el caso de que la industria sea generadora de calor, deben utilizarse los colores fríos, pero sin olvidarse que si se pretende crear una sensación de bienestar, esta se producirá mas fácilmente por los cálidos. Debe estudiarse bien el color del suelo y su material, y la pintura de puertas, radiadores, etc., para que el esquema general sea unificado y armónico.
La iluminación general habrá de tener un índice elevado; este será variable y dependiente de la tarea. Con una iluminación de 25 a 35 lux puede ser alcanzada una buena agudeza visual en ciertos trabajos y aquella será optima en todos con 250 a 350 lux; mas allá de esta proporción progresa con lentitud la capacidad visual. Cuando se desee lograr una mayor eficiencia será necesario, entonces, elevar este nivel a triple o cuádruple, aunque sin olvidar que en iluminación, como en calefacción, el grado excesivo es siempre sofocante y abrumador, y sobre todo cuando no existe equilibrio entre la luz general y la de las áreas de trabajo, que son las que requieren de mayor esfuerzo visual.
Para reducir al mínimo las frecuencias de adaptación de los ojos en los cambios constantes del campo de la tarea a las áreas periféricas no debe existir una gran diferencia de contraste entre ambas zonas. La máxima concentración de intensidad debe ser sobre el área de trabajo; cuando es fuera de esta y en sus alrededores se produce una distracción visual y un resplandor intolerable; el nivel mas corriente de iluminación en fabricas es de 325 a 375 lux.
Las diferencias pequeñas entre el campo de trabajo y el área circundante tienen poca importancia, pero si aquellas son excesivas se sitúa al ojo en sobreesfuerzo y este acusa, en mas o menos tiempo, según su capacidad de resistencia, una disminución de su agudeza, desarreglos y un estado de fatiga que se traducen en daño del rendimiento y de la calidad y en quebranto de la moral del trabajador.
La alta intensidad producida por reflejos tiene como máximo un limite de refracción en las paredes del 60%; toda área que sea mas intensa que la del trabajo desvía la atención de este y obliga a frecuentes acomodaciones de la vista y a una peligrosa tensión.
Techos, paredes y suelos
Los techos deben ser en blanco puro o algo neutro, particularmente cuando la luz es indirecta, y asi determinaran un factor de reflexión de 75 a 85 % , con un sistema de iluminación directo producirán un reflejo que reducirá algo el contraste entre las luces de ambiente y las directas.
Para evitar que las paredes parezcan excesivamente altas cuando las superficies de aquellas rebasen los cinco metros debe ser considerado el excedente como techo. Las franjas anchas en base o zócalos altos se habrán de considerar atentamente y en relación con su finalidad y efecto en las proporciones.
Las paredes en su parte superior deben tener un reflejo igual o aproximado al del techo- de 60 a 70 % si el suelo y los elementos inferiores son claros y de 50 a 60 % cuando estos sean oscuros- ; las partes inferiores de aquellas podrán estar dentro de unos limites de 50 %. Los matices a utilizar serán verde, azul, crema, ocre, gamuza y amarillo, todos claros; para las superficies pequeñas serán reservados colores mas valorados y saturados y algunos puros: verde, azul, amarillo, rojo, pardo, etc.
Los zócalos oscuros que son pintados en la base de las paredes para que disimulen la suciedad que se produce a nivel de los suelos son inefectivos porque establecen una línea continua y contrastante; estas partes bajas deben ser resueltas con el mismo color de las paredes aunque utilizando en ellas una pintura resistente y lavable. Los suelos serán grises o pardo-amarillos claros; si la gama general es para crear una sensación de calor pueden ser en un matiz rojizo cálido neutro y si, por el contrario, se ha de producir una sensación fría y tranquila, en azules o verdes agrisados, aunque relacionados con el color de las paredes y de acuerdo con el esquema general; su reflejo no debe exceder mucho al 25 %.
Las maquinas, elementos, mesas, etc., tendrán un reflejo de 25 a 30 %; estos serán claros si los suelos serán claros y mas intensos cuando aquellos sean oscuros, pero deben ser de cualidad clara para que reflejen una mayor proporción de luz en las partes de concentración del trabajo.
Tuberías:
La identificación de estas se verifica por medio de colores que se pintan por toda la extensión de ellas en las que van al exterior y por franjas de color al principio y en los terminales de los tubos, codos y uniones. El color general de las tuberías en los interiores, es el fondo o superficie adyacente.; los colores distintivos son los que se determinan a continuación:
  • Conducción de lubricantes líquidos -amarillo.
  • Conducción de aire -Verde.
  • Conducción de vapor -Rojo.
  • Conducción de agua dulce -Azul.
  • Conducción de combustibles líquidos -Violeta.
  • Conducción de gas -Gris.
  • Conducción de agua de mar -Pardo
Conductores eléctricos:
Para la distinción de cables conductores de corriente continua son utilizados los colores siguientes: En las de dos cables: rojo en el positivo y azul oscuro en el negativo; en las de tres cables igual que en la anterior y el cable neutro en blanco; en las de cinco cables: positivo extremo rojo; positivo intermedio, rosa; neutro, blanco; negativo extremo, azul oscuro y negativo intermedio, azul claro.
En las de corriente alterna monofásica será el cable neutro en gris, la primera fase en verde y la segunda en amarillo, y en la trifásica iguales que en la anterior el neutro y la primera y segunda fase; la tercera en pardo.
Oficinas:
La intervención del color en oficinas no es para crear una sensación agradable o la puramente estética que produce lo lindo con aquel sentido que se aplica en los hogares, teatros, cines, cafés, etc., sino para asegurar una atmósfera de calma y eficiencia, sin elementos que entretengan o distraigan la atención del empleado o trabajador y por medio de colores funcionales. Estos son utilizados como ya se ha dicho antes, al margen de toda consideración de gusto o cualidad artística y para eliminar contrastes molestos, reducir los constantes reajustes de los ojos, facilitar la visión y concentrar la visión en la tarea. Los comedores y lugares de descanso requieren, por el contrario, de un concepto diferente y permiten esquemas de colores mas atractivos y activos que distraigan y sean un placer para los ojos.
Unos despachos con un mobiliario anacrónico, mal iluminados y con paredes grises, sucias o cubiertas de un blanco irritante crean una atmósfera deprimente y tediosa y producen trastornos visuales, dolores de cabeza y un malestar físico que determinan un trabajo escaso y deficiente y unos irreprimibles deseos de evasión.
Las funciones burocráticas y toda labor de tipo intelectual requieren un esfuerzo sostenido de concentración y atención que solo puede ser desenvuelto dentro de un ambiente grato y sedante que estimule la gestación mental y posibilite un estado de emotividad favorable. Los casos que ilustran sobre la efectividad de la aplicación del color funcional en las oficinas son muy numerosos y en todos se manifiesta una gran mejora en el rendimiento y la calidad del trabajo, y como los colores adecuados a la función sirven para elevar la moral y proporcionar un clima físicamente cómodo y psicológicamente beneficioso.
El presidente de unas grandes oficinas a dicho que al pintar sus oficinas de acuerdo con un programa científico de color parece ser mas grande el despacho principal y que la impresión creada en los empleados y también en los visitantes es mucho mas confortable, pero lo importante es que se aprecia un notable aumento en el rendimiento y que la calidad del trabajo es superior. El director de una emisora de radio afirma que las quejas del personal por irritación visual y dolor de cabeza han cesado cuando fueron cambiados los colores del estudio y las oficinas.
Birren detalla una investigación realizada durante dos años de producción en unos servicios de gobierno americano para medir la eficiencia en el trabajo de un grupo de empleados que utilizaban maquinas de oficina. Un nuevo acondicionamiento del color determino un aumento del 37,4 % en rendimiento; este supuso una economía, en la nomina de noventicinco individuos, de 13.229 dólares, equivalente a un promedio anual de 139,25 por cada uno.
Por lo general, las viejas oficinas se destacan por su falta de luz; los suelos son oscuros y los muebles y archivos, que ocupan la mayor extensión del espacio útil, son también oscuros y tétricos. El empleado que llega a estos lugares de trabajo malhumorado por sus propios problemas o cansado de recorrer un largo y penoso trayecto en un medio de locomoción incomodo no encuentra en ellos un ambiente que eleve su espíritu, y aquel otro que arriba despejado y con ganas de trabajar pronto se desanima porque cuanto tiene a su alrededor es poco acogedor y depresivo. La oscuridad del ambiente se acentúa por mesas, estantes y maquinas oscuras o negras que absorben la luz y reducen notablemente su intensidad, tanto si aquella es natural como artificial.
Una oficina bien dispuesta, con muebles sencillos y modernos y colores ajustados, mantiene una atmósfera que inspira orden, facilita la visión clara y estimula la eficiencia y el rendimiento. Wilson dice que al reformar unas viejas y oscuras oficinas introdujo un nuevo esquema de color; las paredes fueron pintadas de un color melocotón claro, las puertas y archivos de un color pardo amarillo y claro y el viejo suelo fue sustituido por un piso de caucho en color algo mas claro que las puertas y añade: -El resultado fue inmediato y sorprendente. La luz eléctrica, que prácticamente estaba encendida todo el día, solo tuvo que ser utilizada en periodos de oscuridad. Las estufas eléctricas, que ardían constantemente porque ocasionaban un aspecto acogedor, solo fueron abiertas cuando la temperatura lo requería. En los doce meses siguientes a la nueva decoración el fabricante ahorro tanto en electricidad cuanto aquella le había costado, y la producción de la oficina mejoro en cantidad y calidad. Las mesas, que antes estaban llenas de papeles, quedaron milagrosamente limpias; todos se mostraban mas alegres, había mas colaboración, la puntualidad mejoro y las peleas disminuyeron. En este caso la introducción del color no solo proporciono dividendos sino que creo una total transformación-.
La índole y cualidad del trabajo deben constituir la base en que habrá de ser orientado el esquema general, pues en algunos casos convendrá hacer uso de la gama cálida y excitante, cuando la tarea requiera dinamismo y una sensación estimulante, y en otros ( como en las salas de estudio o departamentos en los que se imponga la reflexión ) de una gama fría, en colores sedantes y reposados. Aunque el esquema sea cálido las áreas de trabajo o superficies de mesa deben ser en un color frío o en gris claro para que la vista tenga un campo de descanso.
Los colores cálidos, como amarillo y naranja, con un verde, verde azul o azul en equilibrio y como conciliación, son excitantes y muy adecuados para estimular el intelecto en los trabajos de creación; también son utilizados aquellos en los departamentos de dirección y jefes porque sugieren mando y autoridad. En los despachos de pequeñas empresas o particulares puede haber un campo mas amplio para la fantasía y hacerse uso de esquemas mas variados y alegres, aunque dentro siempre del buen gusto y la dignidad y sin excesos grotescos. En todos los esquemas sea cual sea su cualidad, no deben ser utilizados colores puros sino matices pálidos o claros que no rebasen nunca una tónica intermedia.
De manera general son utilizados los colores verde claro o azul-verde claro con maquinas y mesas, y los matices marfil, crema, beige y gamuza pálidos en paredes; en las de una sala de computación atendida por personal femenino, puede ser muy alegre y activo un rosa sutil cuya cualidad es bien femenina, y ser resueltos los muebles y puertas con un verde-azul muy claro. También podrán ser pintadas las paredes con un verde-azul o azul agrisado suave, y si se quiere un efecto de contraste resolviendo las laterales o de fondo con un matiz melocotón o rosado, o las laterales y la de los lados de las ventanas con un gris perla claro, y la otra con cualquier otro color, claro también. Los pasillos, escaleras y piezas oscuras o que carezcan de luz natural deben ser pintados con amarillo claro o marfil. El techo, en todos los casos, debe ser en un blanco puro o levemente neutralizado, las paredes deben tener de 50 a 60 % de reflejo y los muebles, puertas y suelo de 25 a 30 %.
La luz natural es la iluminación mas confortable para los ojos y debe ser utilizada en su máximo rendimiento. Aunque el sol se proyecte directamente en las ventanas no debe ser interceptada su luz porque se considere molesta, sino que habrá de ser aprovechada difundiéndola y graduando su intensidad por medio de persianas de plástico; estas, al llegar la noche, sirven como reflectores de la luz artificial y en aumento de la potencialidad de esta.
Un campo de visión ligeramente oscuro será siempre mas beneficioso que otro intenso; si el área que circunda la de trabajo es mas intensa que la luz que esta ultima recibe, queda notablemente, reducida la eficiencia visual. La distribución de la luz artificial general habrá de ser uniforme y sin lamparas ni tubos fluorescentes al descubierto; las luces de estas serán cubiertas por pantallas o difusores y coordinadas con un sistema indirecto, de manera que la iluminación que transmita al techo y la de las lamparas sea casi análoga; esta será, como mínimo, de 325 a 350 lux.
En una oficina moderna todo debe estar bien situado proporcionado y en relación con la función y la eficacia. Mesas, sillas, armarios, computadoras, archivos, etc., deben armonizar bien entre si y no ofrecer discordancias de color o forma; cada cosa y todas habrán de dar la impresión de que son de una misma familia y de que tienen un carácter común, aunque sean muy distintas en formas y tamaños; sus colores y valores deben estar bien ajustados al conjunto arquitectónico y tener buena armonía, sin una variedad excesiva ni aquellas repeticiones que puedan producir una impresión de monotonía.
Escuelas
El color tiene una influencia muy vital en la vida del escolar. Las viejas escuelas, mal iluminadas, recargadas de elementos y con colores inadecuados , afectan notablemente al cuerpo mental y al físico del alumno y crean depresión, aburrimiento y cansancio, el ambiente de la escuela y las cualidades psíquicas de aquel tienen mas importancia que todos los modernos métodos de educación.
En la revista American Painter and Decorator se dice que al realizar un examen medico en una escuela, mas de la mitad de los alumnos revelaron una visión defectuosa. El director, atribuyendo la causa a mala iluminación, hizo pintar las clases de un color crema muy claro, los techos en blanco, el mobiliario y el suelo, que eran de madera, se dejaron en el color claro de esta, pero fueron recubiertos con varias capas de un barniz transparente. El porcentaje de afectados, que antes de la reforma era de 92 %, descendió después de aquella a un 27%.
Aunque algunos directores y profesores se interesan en la cualidad de la iluminación, no prestan atención al color, factor que tiene tanta o mayor importancia que aquella; cuando es adecuado y esta bien acondicionado, no solo facilita buena visibilidad, sino que también crea un ambiente que produce bienestar y aquel equilibrio mental que es tan indispensable en una labor de asimilación y estudio.
La selección del color en la escuela no es posible orientarla por el gusto personal o por un deseo de efectos mas o menos estéticos; su finalidad es que la visibilidad sea fácil y natural y que el ambiente resulte confortable. Un color muy claro, casi blanco, podrá ser excelente para aumentar la calidad de iluminación por el aumento de la luz reflejada, pero puede ser en muchos casos inconveniente, porque una intensidad excesiva es tanto o aun mas perjudicial que la escasa.
La luz suficiente en cantidad, bien distribuida y algo difusa evita toda sensación de fatiga ocular y determina beneficios incalculables en la moral del alumno y en sus rendimientos.
Los colores a evitar en paredes son el blanco por su gran poder refractivo, el negro por su potencia absorbente y los pardos o grises por análoga causa y también porque el ambiente que crean es triste y depresivo. Los colores mas eficientes son el verde, verde-azul claros por su efecto refrescante y calmante o el gris perla, el azul suave cuando se desea producir una impresión apacible y fría o en piezas muy soleadas, el amarillo, beige, gamuza, coral, melocotón o naranja y el rosa claros para estimular y crear una sensación de calidez en aulas orientadas al Norte o que tengan muy poco sol. De manera general se consideran como colores satisfactorios los verdes-azules, azules-grises, melocotón o rosa, todos de cualidad suave; estos podrán ser combinados de muy diferentes maneras para crear efectos de la mayor variedad. Una pared de fondo en un tono rosado o melocotón se puede combinar con paredes laterales en color complementario: verde o verde-azul o en tintas aun mas cálidas; un fondo en verde-azul, con laterales en un tono rosado o anaranjado o con tintas del mismo color, aunque en matiz mas claro u oscuro.
En los techos se debe usar siempre blanco, porque este, tanto con la luz natural como con la artificial, sirve para aumentar la intensidad de la iluminación. El porcentaje de reflejo de las paredes no debe exceder al 60%, pues cuando aquel es mayor determina un resplandor excesivo y crea dificultades y molestias en la visión. El mobiliario debe ser en madera natural, porque cuando esta limpio tiene un reflejo de 25%; el suelo no debe exceder este porcentaje.
Hoteles
La utilización del color tiene un enorme interés, no solamente desde el punto de vista económico por el gasto que supone la buena conservación de la pintura, sino porque los colores son factores de atracción, aspecto y confort.
La iluminación de la entrada y hall debe ser suave e indirecta, aunque en algunas partes de interés conviene utilizar una luz concentrada. El comedor y bar habrán de tener, asimismo, una luz suave y en las mesas una lampara incandescente de fulgor cálido que produzca una sensación de intimidad y ambiente acogedor. Los pasillos, salas de baile y grandes espacios requieren iluminación intensa.
En la selección del color intervienen la cualidad de temperatura local y la orientación.
Los colores cálidos se usan en las habitaciones que reciban la luz natural del Sur y Oeste, y los fríos en las muy soleadas o con luz del Nore y Este. De manera corriente los colores de la pared deben ser de un tono medio con tendencia clara y ligeramente agrisados. El gris perla es un buen color general para habitaciones, pudiendo ser animado por un cambio en la pared de fondo, que es resuelto con verde, verde-azul, azul o pardo en las piezas que tengan mucha luz o con crema, amarillo, rosa, gamuza en las oscuras. Cuando las habitaciones se pintan con un solo color, serán buenos los citados según sean las condiciones de la luz, aunque el azul debe ser excluido, porque siempre resulta depresivo. En los baños y vestidores son utilizados los colores cálidos: rosa o durazno. Cualquiera que sea el esquema de la habitación esta no debe ofrecer el aspecto frío de una clínica y ha de tener un ambiente acogedor y amable.
El mobiliario, cortinajes y alfombras serán en colores que contrasten con los de las paredes: cálidos si estas son frías, o contrariamente, fríos cuando sean cálidas. Los lavaderos deben ser en verde-azul claro y las cocinas y servicios del restaurante en blanco. En los corredores o pasillos oscuros se utilizan el amarillo, rosa o melocotón en tonos intensos; en los muy iluminados pueden ser utilizados el gamuza o un pardo cálido.
Como principio genérico a destacar, la iluminación intensa y los colores claros no requieren la atención hacia una determinada área y crean un interés visual en toda la pieza; la iluminación suave y los colores intensos desvían el interés de las paredes y techos y lo concentran en ciertas áreas y detalles, según haya sido dispuesto el color.
Los espacios dedicados al personal deben ser resueltos con colores psicológicos y alegres y buena iluminación, papa que asi sea influenciada la moral y también la atención de aquel.
Supermercados Y Establecimientos
El exterior de estos ejerce una acción análoga a la del embace o la presentación de un producto o libro sobre la emotividad del espectador, porque aquello que el publico ve de manera inmediata es lo que establece su buena o mala impresión primaria. En estos casos es peligroso regirse por el gusto personal, pues cualquier exceso, tanto en lo modesto o poco requirente como en la originalidad desenfrenada, puede crear un efecto totalmente negativo.
En la selección de colores debe ser conciliado el sentido psicológico del color con la armonía. El uso de unos colores vivos e intensos en un esquema que se considere llamativo puede determinar una respuesta opuesta a la pretendida y hacer fracasar el propósito. A la masa le agradan, de manera general, los colores lisos, claros y mas bien de cualidad reposada que las combinaciones de tintas agresivas y excitantes; una buena parte de los arquitectos entienden que el gusto medio del publico se inclina hacia los colores extremados, pero todas las comprobaciones e investigaciones han demostrado que la masa no acepta aquellos esquemas que tienen una cualidad violenta.
La pintura de una fachada de un establecimiento debe estar en relación con sus proporciones y forma, y también con el carácter y naturaleza de los artículos o materias que en el se expenden. El factor mas importante es una buena iluminación natural o artificial, porque esta es la que llama la atención y valora los colores del esquema; si lo constituyen colores claros, estos reflejaran la luz y aumentaran su intensidad. Los colores cálidos: rojo, amarillo, marfil, melocotón, rosa, gamuza, beige, etc., se usan para crear un ambiente alegre, y los fríos: azul, azul verde, turquesa, etc., sirven para acentuar la impresión de espacio y producir una sensación de reposo. Los tonos suaves de verde, verde azul o melocotón son atractivos como fondo de los productos; los soportes de estos podrán ser en gris o azul. Los techos habrán de ser blancos y las partes superiores de las paredes muy claras, para que el porcentaje de reflejo sea elevado. Los suelos y el mobiliario, estanterías, etc., deben tener un valor medio.
La región y el clima tienen importancia. En las de mucho sol son utilizados los colores cálidos en la fachada y en el interior los colores fríos y refrescantes; estos se animan por unas áreas o pequeños fondos de cálidos en los espacios en que sean expuestos los géneros para atraer la atención hacia ellos. En las regiones de poco sol la resolución será a la inversa, utilizando los colores fríos en el exterior y los cálidos en las dependencias.
En las salas de venta o piezas interiores es conveniente adecuar el color a la cualidad de la mercancía y a su publico. Las secciones de venta habrán de tener colores diferentes y bien ajustados a cada articulo; nunca se debe utilizar el esquema de una sección de ferretería para otra de artículos de belleza. El color estará fundamentado en su significación; el azul es un color que atrae al sexo masculino, y el rosa al sexo femenino. El departamento de modas requiere un color que permita la buena visibilidad de los colores claros y oscuros; un verde azul agrisado resuelve este propósito y es, además, el color complementario de la piel humana y el que mejor la destaca.
Cuando sea necesario armonizar la gama de color con la estación, son utilizados los colores cálidos en invierno, y los fríos en verano. Si estos actúan como fondos para otros colores, deberán ser neutralizados o agrisados; un beige de matices rojizos o un gris azulado claro serán, respectivamente, los mejores fondos para cualquier color en la estación fría o cálida.
Los artículos a vender deben ser destacados por cierta oposición con sus fondos; cuando aquellos son del mismo color y aunque tengan un valor algo distinto, se fundirán en estos; los que tienen tamaños pequeños y etiquetas multicolores requieren un fondo gris. En los establecimientos de comestibles es utilizado el blanco en mostradores y refrigeradores, el melocotón como fondo de las verduras, el verde azul para las carnes; en las florerías pueden ser utilizados los verdes suaves agrisados porque destacan las flores y el follaje.
El blanco, algo torcido, es muy bueno para venta y exposición de automóviles. En las joyerías el mejor fondo es el azul; también para artículos con superficies brillantes, como porcelanas, cristalería, etc.
El rojo es muy indicado para tiendas de muebles.
El gris perla claro es utilizado como color general, para que destaque las áreas de colores algo intensos, en fondos de vitrinas y partes que convengan situar en valor. El amarillo no debe ser utilizado como fondo, pero puede ser útil en la pared de menor superficie de una sala larga y estrecha para que atraiga la atención y rompa la impresión de estrechez; también en las escaleras y áreas de ascensores.
Restaurantes Y Cafeterias
El efecto psicológico del color tiene gran importancia en todo establecimiento en que se sirven comidas; como estas son gustadas primeramente por los ojos que por el paladar, el color resulta tan importante como el sabor y el olor.
En un Restaurante especializado en pollos al espiedo fue cambiada la luz incandescente por otra de vapores de mercurio, pero por efecto de esta las aves asadas tenían un aspecto gris y sucio que ahuyentó la clientela. El dueño del establecimiento, dándose cuenta de la causa, rectificó, y al volver a usar una iluminación cálida, los pollos recobraron su apetitosa impresión anterior. Todo color de superficie es afectado por la cualidad del color de la luz y también por los colores próximos o ambientales, por el olor y la limpieza; el plato más selecto podrá crear una reacción repelente sí es servido bajo unos colores inadecuados en un comedor sucio y olores desagradables. Muchos alimentos y bebidas son más apreciados por su color que por su gusto; algunas frutas se colorean para que tengan una apariencia más rica; la mantequilla requiere un cálido amarillo suave, pues cuando es blanca y con tendencia fría todos la rechazan.
La luz fría y la cálida tienen características especiales que pueden ser utilizadas de manera efectiva. Las luces muy intensas y de cualidad fría son adecuadas para cafetería y bares; las suaves y de cualidad cálida para comedores de restaurantes, clubes de lujo y hoteles. Los primeros exigen de un ritmo acelerado en el servicio y de una cualidad estimulante para que el cliente se marche en seguida del local.
Un restaurante marinero no debe ser nunca tratado como una sala de té; el primero requiere azules y verdes con un buen contraste de naranja y rojo, y la segunda, colores más sutiles y en armonía de análogos con algún acento de animación.
Con mucha iluminación cálida deben ser usados colores de tendencia algo más fría, como azul o verde claros y marfil con un tapizado en rojo cálido o tostado. Con iluminación escasa o muy suave se utilizan verde agrizado, azul, Rosa, melocotón o gamuza. En algunos restaurantes, y para destacar la nota de limpieza, son cubiertas, en parte, las paredes con azulejos blancos y es pintado el resto de ellas y el techo también con Blanco, pero la impresión que se obtiene es tan fría e inefectiva como la de un hospital o cámara frigorífica.
Hospitales Y Clinicas
Estas instituciones han sido pintadas tradicionalmente, y aun se siguen pintando, con un blanco deslumbrante, porque asi se entiende que son mejor satisfechos los requerimientos higiénicos. En el hospital o la clínica moderna ya no se usa el blanco, porque produce una sensación deprimente y yerta, y son utilizados colores, porque estos ejercen sobre el paciente una acción de bien reconocida terapia y también por sus efectos en el confort visual de aquel.
El color no es simplemente un factor de satisfacción estética, sino el medio que sirve para crear, tanto en enfermos y visitantes, como en el personal clínico, un efecto psicológico, peor, a estos fines, no todos los colores tienen análoga potencia ni utilidad; en su selección debe intervenir una razón de función, ya que en unas partes o sectores habrán de actuar de manera estimulante y alegre y en otras deben servir para calmar y manifestarse discretamente. Los colores serán escogidos conociendo sus propiedades terapéuticas, considerando sus potencias psicológicas y fisiológicas y tratando de evitar esa impresión severa y fría que es característica en las instituciones anticuadas.
Las salas de espera o visita pueden ser tratadas con variedad, aunque sin excesos en el color. Las paredes podrán ser pintadas con colores diferentes, pero que sean armónicos; si en dos de ellas se hace uso de un color gamuza, gris o verde-azul claro, las otras dos pueden ser resueltas con un color mas estimulante en rosa o melocotón. También es posible romper la impresión de un efecto monótono con un cambio menos ostensible, pudiéndose contrastar el melocotón o crema de las paredes con verdes o azules suaves en cortinajes y muebles o inversamente, si las paredes son en colores fríos pálidos con cortinas y muebles o alfombras en rosa o melocotón.
Los pasillos y escaleras algo oscuros tienen que ser pintados con colores claros y luminosos: crema, melocotón pálido, etc., para que reflejen la luz y la iluminación se intensifique. En las habitaciones de los pacientes las paredes se resuelven con matices suaves y agrisados: marfil, crema, rosa, gamuza, etc., que crean un ambiente refrescante, serán utilizados los tonos verdes, verdes-azules, porque estos ayudan a calmar el nerviosismo y la angustia. De manera general los tonos cálidos son adecuados para las habitaciones con poco sol y luz del Sur y los fríos para las soleadas y orientadas al Norte; los primeros convienen para convalecientes o pacientes de corta estancia y los segundos para aquellos de larga permanencia o enfermos crónicos. La impresión de calidez en un espacio cerrado y de poca luz podrá ser acentuada usando colores fríos en las habitaciones contiguas, o a la inversa.
Los techos no deben ser blancos, porque para los pacientes que están muchas horas o muchos días en el lecho y mirando aquellos, el blanco es deprimente y deslumbrante; su color debe ser en el mismo color que la pared, aunque en tonalidad mas clara.
Los quirófanos o salas de operaciones no serán pintados de blanco ni tampoco deberán estar revestidos en azulejos con ese brillo molesto y deslumbrante, que trastorna la función ocular. En las clínicas modernas , tanto las paredes y superficies como el indumento de los operadores y personal ayudante, son en verde-azul claro, porque es el color complementario de la sangre y al quedar suprimido el fenómeno del contraste sucesivo descansa la visión del operador y de sus colaboradores cuando apartan la mirada del área de trabajo.
Las piezas destinadas a fisioterapia, masajes y radioterapia habrán de ser pintadas con colores fríos, refrescantes y tranquilos, pero las de recuperación de miembros y ortopedia requerirán colores estimulantes. Las salas o habitaciones de pediatría deben complementarse con dibujos atractivos en colores brillantes y alegres; estos dibujos serán pintados en paredes y también en los techos para recrear la imaginación de los niños en su forzada pasividad.
Las oficinas, laboratorios y cocinas son resueltos con el color adecuado a la luz que reciban: marfil o rosa claro para las de iluminación natural intensa y verde-gris para aquellas otras de luz débil. En las habitaciones de enfermeras o personal femenino rigen los principios de la decoración de interiores; en ellas puede intervenir la preferencia o el gusto particular. En la sala de espera un fondo general en gris perla suave podrá ser animado por un rojo o un azul de tonalidad alegre o por ambos combinados.
Las cornisas, frisos y zócalos de las paredes forman parte de estas y deben ser resueltos con colores que armonicen con los de aquellas, pues los contrastes son inconvenientes; tanto estos como el ancho o la altura deben ser moderados, puesto que pueden alterar aparentemente las proporciones de la pieza. Los muebles, mesas, radiadores, etc., serán en colores que armonicen. Los lavaderos o piezas de esterilización es conveniente que sean blancos, para que asi se estimulen la limpieza y el orden.
El color habrá de ser usado siempre con conocimiento, para favorecer la recuperación de los pacientes y también para facilitar las tareas del personal.
Clínica de cirugía plástica y estética del Dr. Carlos Mira Blanco. Ubicada en la calle Martínez de Rosas 861, Mendoza. Proyecto y dirección: Arq. Joaquín Domingo Roso. Proyecto y dirección de pintura: Prof. Leonor Rigau de Carrieri. Ambientación y obras plásticas: Prof. Leonor Rigau de Carrieri, Prof. Eneida Roso de Mira y Prof. María Beatriz Dorgan de Bacigalupo.
La obra abarca una superficie cubierta de 850 m2; la pintura se extiende sobre aproximadamente 1.700 metros lineales. En esta obra se ha practicado una forma de tratar el color mediante una propuesta estética, cuya ideología se sustenta en la conjunción de variables y factores cromáticos orientados a obtener una atmósfera propia en cada una de las áreas y locales, atendiendo a su función específica. Para ello se manejan progresiones de tono, valor y pureza en pasajes sutiles que ponderan la variabilidad lumínica, decodificando la materialidad contundente de los muros y la estructura edilicia en su interior. En el ajuste cromático se han tenido en cuenta los valores de reflectancia, los desplazamientos y múltiples enfoques visuales, los factores de afectación físicos, psicológicos y fisiológicos. Dentro de las alternativas de opciones cromáticas se prioriza como objetivo básico las vivencias: una poética vital, merced a estados misteriosos, calmos, inesperados y equilibrados, y otros con una cuota de excitación conducente a una positiva actitud anímica. Se desestima el concepto de color local, supeditado a la rigurosa geometría espacial, para lograr una atmósfera integral que articula esencialmente los diferentes espacios. En suma, se propone un nuevo método de preparar y aplicar la pintura de obra, en donde el color ingresa con la plenitud de un protagonista esencial de la "escena arquitectónica".
Se debe tomar conciencia del rol del color en la ciudad, comprender el alcance del mismo y asumir el compromiso que le compete a todos los que intervienen en el proceso de construcción del ambiente urbano. Se debe entender que el color en la ciudad implica mucho más que la simple aplicación del mismo en la fisonomía urbana y que al hacerlo estamos contribuyendo en la definición del espacio vital urbano. Los especialistas en el diseño del entorno urbano no han incluido el color con toda su potencialidad como variable de diseño. Este no se percibe solo con los ojos, sino con todo el pasado, la historia y la concepción que se tenga del mundo. El color es un hecho cultural, y lo percibimos con toda la cultura. Por lo general, en el transcurso de la historia, se ha utilizado el color en la búsqueda de producir "un efecto colorista" en la obra de arquitectura. Estos "efectos" responden a distintas motivaciones y cumplen diversas funciones, fundamentalmente simbólicas (primitivas, abstractas, decorativas) y comunicativas (decodificadoras, descriptivas, exaltadoras, contextualistas, etc.). A partir de la influencia de la Reforma (Lutero, uno de los principales exponentes que aportan sustento filosófico), se vuelve la mirada hacia el Clasicismo (síntesis equilibrada de forma y espacio), con una desvalorización del rol del color. En la mitad del siglo XVIII se producen los primeros descubrimientos arqueológicos que revelan el uso intenso del color en la arquitectura clásica. Ello modifica las tendencias de la época, lo que se traduce en dos corrientes: una que incluye el uso del color en la arquitectura, y otra que se resiste, centrando su postura en el acromatismo. Enrolado en esta última podríamos incluir a Ruskin (siglo XIX), que influenciaría al Movimiento Moderno en general, a pesar de que algunos de sus fundadores como W. Gropius, B. Taut, A. Behne, etc., desarrollaron varios intentos para incluir el color en la ciudad y crear nuevas formas de comunicación valiéndose del color como medio. El color de una ciudad es un aspecto de su historia. Hasta la Revolución Industrial, los pueblos y ciudades del mundo occidental desarrollaron un proceso lento de crecimiento orgánico, utilizando materiales de la región. Los materiales disponibles dieron forma a estilos arquitectónicos muy diferentes, produciendo ambientes urbanos de gran armonía visual, unificados por escala, materiales, y fundamentalmente por su color, lo que generó estructuras urbanas con identidades cromáticas inmutables. En la actualidad utilizamos los colores como apoyatura de la forma, para estructura, subrayar, realzar, estimular o revalorizar una obra de arquitectura, sin tener absoluta conciencia del fenómeno ambiental que esta actuación produce. Desaprovechamos así las cualidades del color, un elemento a la vez abstracto y descriptivo que puede enriquecer la forma del espacio con un significado mayor y puede incrementar el contenido identificador, vivencial y orientativo visual de una ciudad. El efecto colorista de un ambiente urbano no se basa solo en los tonos de color en sí mismos que cubren las superficies, sino también en la importancia de la luz, ya que a través de su naturaleza se ponen en total armonía con el lugar. También la distribución de las masas de sombras que articulan el entorno tienen una vital importancia para producir la impresión del color. Las sombras nunca son incoloras, por lo que influyen en la determinación de la paleta ambiental. Las distintas regiones y ciudades del planeta han estado identificadas tradicionalmente con particulares rangos de color, resultantes de las gamas producidas por los materiales locales, la luz, las sombras y todos los agentes climáticos que modifican la sensación del color ambiental. Podríamos citar casos ejemplares en todos los países. El color es determinante de la identidad urbana. Esporádicamente, en el transcurso de la historia, grupos de personas relacionadas con la temática urbana, sensibilizados y concientes de la importancia del color en la ciudad, realizaron propuestas para optimizar el "espíritu del lugar" como el caso de Turín (1800), creando un plan de color para la ciudad entera. Estos ejemplos estarían enrolados en la primer corriente a la que hicimos referencia, que incluye el uso del color en la arquitectura. Pero también podríamos citar innumerables ejemplos de ciudades que reflejan el accionar de tendencias enroladas en la segunda corriente, resultantes de una postura acromática. La ciudad de Córdoba, logra su máximo desarrollo a partir de la década del 50 (Movimiento Moderno) y se define dentro de la segunda corriente en cuanto a la utilización del color aplicado o propio de los materiales, que colabora en la determinación de una imagen urbana desestructurada. A partir de los años 80, factores climatológicos, socioeconómicos, tecnológicos y culturales promueven un proceso de incorporación masiva de ciertos materiales con color incorporado, productos de la región, que van modificando el entorno. Ello se suma a una serie de intervenciones diversas, en distintas escalas, tanto en el centro como en áreas periféricas, las que contribuyen en la gestación de una nueva imagen con ciertas características de identidad. Esto proceso lentamente va conformando sistemas de lugares que sirven para aprehender la ciudad como un todo, y para orientarse a través de sus lugares.
29. El color en el medio ambiente como código social popular
Se debe plantear el uso del color en el medio urbano, empleado con un criterio no de acuerdo a las modas ni con el propósito de llamar la atención como para dejar presente que uno intervino allí sino siguiendo la idea de hallar un lenguaje no agresivo (como pueden ser las combinaciones extremadamente llamativas) y concibiendo a la obra de arquitectura con las sutilezas de color que posee una obra de arte. Se debe procurar resaltar los elementos constitutivos edilicios, subrayar unidades decorativas, crear un clima, destacar un valor histórico y social o expresar una función. En la obra del antiguo cementerio de Trenque Lauquen, el Intenden te Municipal señaló la necesidad de mejorar el aspecto de abandono en que se hallaba. Teniendo en cuenta que el estado de ánimo de quienes concurren allí no es precisamente de alegría, se buscó no obstante quitarle tenebrosidad al lugar y hallar tonalidades que infundieran paz. El frente ofrecía, con su abundante decoración, la posibilidad de jugar con las formas y molduras. Se buscó un color ligeramente morado y pálido par las partes planas y se integró con tonalidades gris las cúpulas, molduras y zócalo. Las hermosas rejas se colorearon con un gris-celeste y se destacó en dorado el eje de simetría jerarquizado por la escultura del ángel y una inscripciones centrales, más las dos cruces idénticas laterales. El efecto áureo del ángel y las cruces recortándose sobre el cielo resulta un detalle muy agradable y sutil, tanto en días grises como soleados. En otoño se añade el valor estético de la hojarasca del fresno. Hay una hermosa palmera al ingreso, a la cual debería agregarse otra igual en el otro costado para lograr una idea de columnata natural. En las referencias urbanas más importantes (por historia, función o estilo arquitectónico) en nuestro opinion personal, uno no puede permitirse ni caprichos ni audacias, ni modas. Entendemos que debe respetarse la ciudad y tomar en cuenta el gusto de la gente aunque no lo compartamos en su totalidad como individuos. De todos modos, la obra siempre llevará nuestra impronta sin dejar de lado la memoria colectiva o la posibilidad de enriquecer el gusto popular. Podemos ser más libres en la arquitectura privada, hacer uso del color con más extravagancia, porque en estos casos es para satisfacer un gusto personal (el de la vivienda, por ejemplo) o de un grupo humano (como podría ser un bar), derecho que entendemos no tenemos cuando el hecho arquitectónico pertenece al conjunto de la comunidad (municipio, templo, biblioteca, etc.) y que debe ser expresión del gusto colectivo.
30. Propuesta Propuesta de un esquema de color para las zonas mas relevantes de la clínica medusa-fisu, realizada por los alumnos De Corso Leandro y Marqués J. Manuel para la cátedra Diseño Arquitectónico IV arq. LLUMA. Planta baja. Nivel acceso
  1. Oficina gral. Archivo, historias clínicas.
  2. Admisión y egreso.
  3. Estación de enfermería.
  4. Consultorios externos.
  5. Vestuarios.
  6. Secretaria.
  7. Radiología.
  8. Consultorios multiuso.
  9. Sala de yeso.
  10. Observación y recuperación.
  11. Secretaria.
  12. Estación de enfermería.
  13. Quirófano para cirugía ambulatoria.
  14. Transferencia del paciente.
  15. Recuperación del paciente.
  16. Vestuarios. Primer Piso
  17. Sala de operaciones.
  18. Oficinas.
  19. Auditorio.
  20. Bar.
  21. Baños.
  22. Deposito.
  23. Sala de médicos.
  24. Secretaria.
  25. Rayos x.
  26. Laboratorio. Plantas Tipo Internacion
  27. Box de extracción de sangre.
  28. Internación.
  29. Mucamas.
  30. Enfermería.
  31. Limpio-usado.
  32. Comidas. Subsuelo
  33. Baños.
  34. Morgue.
  35. Ropería.
  36. Gases medicinales.
  37. Sala de maquinas.
  38. Deposito y sala de reparaciones.
  39. Cocheras.
1. Oficina gral., archivo, historias clinicas 2. Admision y egreso. 6/11/24. Secretarias. 18. Oficinas.
Paredes: beige.
Techo: blanco neutralizado.
Piso: marron.
Amoblamiento: gris claro.
3/12/30. Enfermeria. 23. Sala de medicos. 29. Mucamas.
Paredes: Mostaza.
Techo: Amarillo claro.
Piso: marron.
4. Consultorios externos. 8. Consultorios multiuso.
Paredes: Azul verdoso claro.
Techo: Verde agua.
Piso: Azul.
Amoblamiento: Blanco
5/16. Vestuarios. 7. Radiologia.
Paredes: Azul claro.
Techo: Blanco.
Piso: Azul.
Amoblamiento: Blanco
9. Sala de yeso. 10. Observacion y recuperacion del paciente.
Paredes: Crema.
Techo: Marfil.
Piso: Beige
13/17. Quirofano. 14. Transferencia del paciente. 15. Recuperacion del paciente. 27. Box de extraccion de sangre.
Verde azulado claro, inclucive la indumentaria de los medicos.
19. Auditorio
Borravino.
20. Bar. 32. Cocina.
Cocina: Rosa claro.
Comedor: Verde, con mobiliario marron.
25. Rayos x.
Gris plomo.
26. Laboratorio.
Paredes: Verde grisaceo claro.
Techo: Blanco neutralizado.
Piso: Verde.
28. Internacion.
50 % gamuza con muebles blancos.
50 % verde azulado con muebles blancos.
Salas de espera.
  • Verde azulado.
  • Durazno.

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