lunes, 13 de junio de 2011

LA LUZ COMO ELEMENTO DE DECORACIÓN


La utilización de diferentes artefactos de iluminación y la ubicación que se les dé en relación al contexto puede crear efectos diferentes. Un living, por ejemplo, necesita una luz general, que irradie hacia todos lados, en forma homogénea, pero también una luz ambiental, para crear sectores más cálidos y acogedores, con lámparas de pie o de mesa
Es diferente iluminar que ambientar. El uso de diferentes artefactos y la ubicación que se les de en relación al contexto puede crear diferentes efectos. No obstante, antes que la estética se debe considerar el uso que los usuarios darán a un determinado espacio.
En primer lugar, sostiene el ingeniero Carlos Kirschbaum, profesor de Luminotecnia, Luz y Visión, la luz natural es bienvenida en todos los ambientes de una casa, por ello las viviendas deben tener las aberturas y controles de luz necesarios. “En cuanto a la ambientación de los espacios es importante que el artefacto y la fuente de iluminación se integren en la escena evitando encandilar a los usuarios”, destacó el ingeniero.
La arquitecta Estela Boscarino explicó que para determinar los niveles de iluminación es necesario tener en cuenta qué tarea se desarrollará en ese ámbito. “Un lugar de estudio tiene que ser bien iluminado, en cambio, en un estar íntimo se puede buscar una iluminación más tenue, que invite al relax y al descanso”, expresó.
Para conseguir el efecto deseado, según Boscarino, se pueden combinar tres tipos de iluminación: 1) general: para que ilumine todo el ambiente en forma homogénea. 2) Ambiental: para crear sectores más cálidos y acogedores con lámparas de pie o mesa. 3) la puntual, que va dirigida específicamente a iluminar objetos o sectores. “Para todos los ambientes y principalmente para el living o estar comedor se debe buscar una iluminación de los tres tipos. Porque si se trata de una reunión social se buscará mucha luz. Si el ambiente no está siendo utilizado se encenderán luces puntuales sólo de ambientación”, ejemplificó.
La apariencia de los ambientes, subrayó Kirschbaum, depende de las preferencias de los usuarios. “En general, se recomienda luz cálida en los dormitorios y el comedor. En cambio, en la cocina se pueden instalar fuentes frías siempre que iluminen lo necesario: mesadas, piletas, cocina, horno y armario”, dijo.
No hay recetas específicas para ambientar la casa porque depende de factores psicológicos: no todos los usuarios son iguales o viven de la misma manera. Lo que sí es importante saber, según Boscarino, es que “un ambiente bien iluminado trae alegría, confort y bienestar”.
Factores estéticos y económicos, al igual que el color de los ambientes y las características de las superficies influyen en la tarea de iluminar, sostienen los expertos.
Para destacar objetos o detalles de la decoración, se recomienda la iluminación puntual, dirigida a resaltar determinados sectores. Los expertos destacan que un ambiente bien iluminado genera sensaciones de alegría, de confort y de bienestar a quienes lo usan.

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